UCCL pide al Consejo de Europa que no aplique los anunciados aranceles a los fertilizantes procedentes de Rusia y Biolorrusia, que suponen el 25% del suministro total del sector. Los aranceles, asegura la organización agraria, acabarán «haciendo inviable su importación», por lo que se pide que «se acompase con medidas y compensaciones a los agricultores por el perjuicio que esto va a ocasionar».
La organización insiste en que la Comisión hace esta propuesta y el Consejo la da luz verde, a sabiendas de que los fertilizantes provenientes de Rusia y Bielorrusia «representan el 25% del total de nuestros suministros y los aranceles tendrán una clara repercusión de incremento de los precios, penalizando directamente».
Cabe señalar que la Comisión Europea prevé que en caso de un “aumento sustancial” del precio de los fertilizantes, «podría decidirse una suspensión temporal de los aranceles»; no obstante, no se define lo que se entiende por “aumento sustancial”. Esto hará que la suspensión de aranceles solo llegue a ponerse en marcha, si acaso, «cuando los agricultores europeos lleven tiempo pagando precios muy elevados por los fertilizantes en los momentos de campaña ligados al consumo de los mismos».
Unión de Uniones se ha dirigido por escrito a los miembros de las Comisiones de Agricultura y de Comercio Internacional del Parlamento Europeo para solicitar su oposición a la puesta en marcha de los aranceles. En este sentido, la organización reclama en su escrito que el Reglamento, de adoptarse en la parte correspondiente a fertilizantes, incluya concreción sobre el mecanismo de salvaguarda que desencadenaría la suspensión de aranceles en caso de elevación de los precios, con un sistema de seguimiento de los mismos y el establecimiento de valores de referencia, superados los cuales se desactivarían los aranceles.
“No podemos ser el arma arrojadiza de todos los conflictos”, comentan desde Unión de Uniones. “De nuevo se toman las decisiones en los despachos, sin estudios, sin consultar y a la ligera. No se puede legislar para el campo, sin el campo y sin plan B”, añaden.