Zamora adapta su señalización sobre bicicletas y patinetes a lo que marca el Reglamento General de Circulación y modificará en breve la normativa local sobre la materia, confusa en algunos puntos y contradictoria con la ley superior en otros. A grandes rasgos, lo que se indicará a los conductores de los vehículos de movilidad personal es que no pueden circular ni por las zonas peatonales, a saber, Santa Clara y un par de calles adyacentes, ni por las aceras (incluyendo el parque de La Marina, que en la práctica se considera como acera).
Las bicis y patinetes sí podrán circular por el resto de zonas de la ciudad. Por las calles por las que pasan vehículos tendrán que hacerlo por la propia calzada, nunca por la acera, y en el casco antiguo lo harán como mucho a veinte kilómetros por hora, respetando la preferencia del peatón y, en caso de aglomeraciones de gente, echando el pie a tierra. Lo que pretende este cambio de normativa, explica el concejal responsable, David Gago, es arrojar luz en una materia confusa en muchos aspectos, ya que ni los usuarios de bicicletas ni en ocasiones los agentes de la Policía Municipal sabían si tenían que atenerse a una normativa o a otra. Ahora, con las dos indicando las mismas cuestiones, no habrá lugar a la duda.
La nueva reglamentación entenderá que las bicis y los patinetes, aunque sean considerados como vehículos a afectos legales, tienen ciertas facilidades a la hora de moverse por la ciudad. Así, por poner un ejemplo, aunque la calle San Torcuato es de un único sentido de circulación, las bicis podrán moverse en ambos. «Adaptamos la realidad a lo que los usuarios demandan», reafirma Gago.
La instalación de las nuevas señales informativas se realizará durante las próximas semanas y en ese momento se empezará a trabajar en una nueva Ordenanza que regule estas cuestiones y que establezca, en caso preceptivo, las multas o sanciones para los usuarios que incumplan.
Francisco José Rodríguez, presidente de Bici Zamora, asociación que ha colaborado en la elaboración de esta nueva normativa, celebra que por fin los textos legales ofrezcan certezas a ciclistas y usuarios de la vía pública en general. Aunque no se podrá circular por Santa Clara (en realidad, tampoco se podía hasta ahora, aunque muchos ciclistas incumplan), Rodríguez apunta que hay «muchas vías alternativas» y que la prohibición no supone un obstáculo real a la movilidad. Sobre el resto de calles del casco antiguo, apostilla que «se ha impuesto la lógica, porque no tenía sentido que los ciclistas no pudieran circular y que sí lo pudieran hacer camiones de reparto o los propios residentes de estas calles para entrar o salir de los garajes».