La mejor cocina de Zamora se sigue haciendo en el noreste de la provincia. Así lo acredita la Guía Michelin para 2026, que vuelve a reconocer con una estrella al Restaurante Lera de Castroverde de Campos y a El Ermitaño de Benavente. Los dos establecimientos se mantienen entre los 307 más selectos del país con un sello que no se regala y que, generalmente, es una garantía para quien acude a comer a esos locales.
Conviene recordar que, en el caso de Lera, todo comenzó en 2015, aunque no fue hasta 2019 cuando su responsable, Luis Alberto, decidió «radicalizar» la oferta y convertirse en un restaurante 100% de caza. En 2023, ya trabajaban allí 20 personas y del restaurante viven muchas casas rurales de la zona, que se llenan con las reservas de las personas que van a comer a Tierra de Campos.
En lo tocante a El Ermitaño, el negocio de Pedro Mario y Óscar Pérez, todo comenzó en octubre del 89 con un concepto claro de «comida castellana» que ha ido evolucionando sin abandonar la esencia. El primer premio nacional para los hermanos llegó en el 95; la primera estrella Michelin, en 2001. Y el lleno en sus salas se convirtió en una constante, siempre sin relajarse: «En la cocina, la evolución es permanente. No para nunca», aseguró Óscar Pérez tras recibir el reconocimiento 2023 de la Guía Michelin.
Y es que asentarse en este nivel de la cocina nacional exige reinventarse permanentemente, como evidencian las entradas y salidas anuales de la lista que se publicó este martes por la noche tras la gala celebrada en la ciudad de Málaga. En ella, aparecen más nombres de la provincia, aunque ya en otro escalón diferente al que ocupan El Ermitaño y Lera.
Por ejemplo, vuelve a aparecer citado en la guía el Restaurante Cuzeo, de Adrián Asensio, el único rastro de Zamora capital en la Michelin. Este establecimiento del casco antiguo acumula reconocimientos mientras se consolida como otro de esos lugares de parada obligatoria en una ruta gastronómica por la provincia.
Ahora bien, si lo que uno quiere es comer bien y a un precio asequible, para eso hay que ir a los dos restaurantes de la provincia que se muestran en la guía con el sello Bib Gourmand. Nuevamente, para eso, el destino del comensal está en el noreste de Zamora. Concretamente, en el Brigecio de Morales de Rey y en La Trébede de Pobladura del Valle.
En el caso del Brigecio, ya van casi veinte años de aventura para el restaurante que puso en marcha Olegario Calvo, conocido como Gallo, que el año pasado, tras entrar en la guía con el sello Bib Gourmand, explicaba lo siguiente: «Nosotros tenemos mucha variedad, tocamos de todo y contamos con mucho producto de temporada. También es verdad que hay gente que viene a comer determinados platos. Mucho el bacalao, por ejemplo, porque lo hacemos con crestas, con morro de ternera, ‘a lo tío’, que es el típico de siempre, con crema de sopas de ajo, a la plancha… En fin, de muchas formas», enumeró el cocinero.
En lo tocante a La Trébede, nuevo en la Guía Michelin con el reconocimiento Bib Gourmand, la propia publicación destaca la mano del joven chef Pablo González, que gestiona ahora un negocio que se ubica en una casa rústica, con el techo a dos aguas y decorada con aperos de labranza. Desde su cocina, semi vista, «surge una propuesta tradicional actualizada en la que destacan platos como la tortillita de camarones, realmente crujiente y con un toque dulce al incorporar un poco de membrillo, o su espectacular oreja de cerdo confitada a baja temperatura, con salsa brava de tomate seco y mejillón». Para que uno sepa con qué va a encontrarse.
