La licitación del merendero de Los Pelambres se llevará a cabo a partir del mes que viene, con los plazos que estipula la ley y para un periodo de quince años. Unos plazos que harán que las instalaciones no estén disponibles para el público en la primera mitad del verano, eso seguro, y quién sabe si en la segunda parte, porque eso ya dependería de la prisa que tuviera el adjudicatario del recinto.
El alcalde asegura que la obra que se está haciendo en la parte exterior del merendero, que va con cargo al Plan de Sostenibilidad Turística, se está ejecutando «en plazo» y acabará este mismo mes, que es cuando se recibirá formalmente. Una vez eso suceda el Ayuntamiento tendrá que realizar «una pequeña reforma interior» del local (instalación eléctrica, de fontanería…) para adaptarlo a las normativas vigentes actualmente, que han cambiado desde que se hizo la última obra.
En paralelo a la realización de esos trabajos se licitará la explotación del merendero, que no puede publicitarse antes porque las empresas interesadas, lógicamente, tienen que saber en qué condiciones se encuentra el interior del recinto y eso solo es posible cuando se sepa cómo va a ser la obra. El de la reforma es un contrato menor, lo que agiliza los plazos, pero es optimista pensar que pueda estar acabado antes del mes de julio.
A partir de ahí, también entran en juego los plazos de la licitación del merendero, apertura de sobres, tiempos para posibles reclamaciones… Y la necesaria intervención que tenga que hacer el hostelero que se haga cargo del local, que se entrega vacío, ya que los muebles y enseres que había antes eran propiedad de la anterior gerencia, que lógicamente se los ha llevado. Así, aunque el proceso legal acabe a mediados del verano, a esto hay que sumar el tiempo que el empresario precise para acondicionar la zona.