Las obras para compaginar en La Vaguada un aparcamiento disuasorio y una zona estancial para los vecinos están ya en la práctica terminadas y la zona se abrirá a los usuarios en los próximos días. El Ayuntamiento soluciona así el «error histórico» de crear un fondo de saco en las calles que rodean a la urbanización, y lo hace en contra del criterio de toda la oposición municipal, que presentó en el Pleno una moción en contra de las obras que no salió adelante.
El Ayuntamiento defiende la puesta en servicio de estas nuevas plazas de aparcamiento, aproximadamente un centenar, en la elevada concentración de edificios comunitarios, servicios públicos y dotaciones con las que cuenta la zona. En un radio de doscientos metros desde la zona está el pabellón Ángel Nieto, el instituto de La Vaguada, el centro de salud Santa Elena, el cuartel de la Guardia Civil, el edificio de oficinas del Ayuntamiento de Zamora, La Alhóndiga, la Escuela de Artes y Superior de Diseño o la piscina climatizada. «La falta de aparcamiento en la zona es evidente», aposillaba el concejal encargado del proyecto, Pablo Novo, durante la presentación de las obras, hace unas semanas.
«La zona no se convertirá en ningún momento en una gran rotonda», añadía Novo en contestación a las críticas que un grupo de vecinos puso sobre la mesa en 2023, cuando el proyecto echó a andar. Las dos calles que actualmente no tienen salida mantendrán la doble circulación y lo que se hará será cambiar las marcas que regulan el establecimiento y adecuar la zona del fondo, que de facto ya se usa como aparcamiento cuando hay escasez de plazas.
Para separar la zona peatonal (donde ahora hay acera) de la destinada a los coches se instalará una gran valla que delimitará ambos espacios, de más de 140 metros de longitud. Estará abierta en tres puntos para facilitar el acceso a uno y otro lugar. En la zona se instalarán también bancos y jardineras para mejorar el aspecto general, detalla Pablo Novo.
Una «cabezonería», asegura la oposición
PP, Zamora Sí y Vox presentaron una moción en el Ayuntamiento para intentar detener las obras, que ya habían comenzado cuando el texto se puso sobre la mesa. Los tres partidos apuntaban a una «cabezonería» del alcalde y centraban las críticas en el socialista David Gago, que ha dado su apoyo al proyecto (como parte del equipo de Gobierno) aunque en 2023 acudió a manifestaciones en contra acompañando a los vecinos.
Polémicas que quiso espantar el propio alcalde de Zamora, Francisco Guarido, asumiendo en primera persona la responsabilidad de las obras y añadiendo que la polémica quedó resuelta en las elecciones del año pasado, en las que Izquierda Unida (que llevaba el proyecto en su programa) ganó en el colegio en el que votan los vecinos de la zona.