La torre de la iglesia de Castroverde de Campos estrena rehabilitación, unas obras orientadas a frenar la degradación del monumento, a facilitar un acceso más cómodo a su interior y a mejorar la colocación de las campanas del templo. Es parte de los trabajos llevados a cabo dentro del Plan de Intervención Románico Atlántico, trabajos que han sido presentados esta mañana por el consejero de Cultura, Turismo y Deporte de la Junta de Castilla y León, Gonzalo Santonja, y el presidente de la Fundación Iberdrola España, Fernando García Sánchez.
El recorrido ha servido para recordar que la iglesia de Santa María, en Castroverde de Campos, cuenta con la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) y se construyó en sucesivas fases. La más antigua data del siglo XIII y se corresponde con el arranque de los muros perimetrales, la puerta y la torre. En el siglo XVI se levantó el grueso del inmueble y el pórtico y en época barroca se completaron la nave y la capilla mayor.
La torre es, sin duda, uno de los elementos más singulares del edificio, levantada en varios cuerpos y rematada en un chapitel a cuatro aguas de azulejos. Destaca su colorista cubierta y el tejado decorado con canecillos sencillos y figurados, así como sus ventanas de arcos apuntados. El paso del tiempo y algunos problemas estructurales habían ocasionado un grave deterioro tanto de la torre como de sus fábricas.
En 2020, dentro del Plan Románico Atlántico, se decidió observar la evolución del deterioro de un modo más preciso. Así, se incluyó el edificio en el sistema de monitorización del patrimonio de la Fundación Santa María la Real y se instalaron un fisurómetro y varios distanciómetros que han permitido entender mejor el patrón de movimiento y apertura de las fábricas.
Durante la visita el consejero de Cultura, Turismo y Deporte y el presidente de la Fundación Iberdrola España han estado acompañados, entre otros, por el director de patrimonio de la Junta de Castilla y León, Juan Carlos Prieto Vielba, y el director de la Fundación Iberdrola España, Ramón Castresana Sánchez.
Frenar el deterioro de la Torre
Con este conocimiento, se procedió a trazar el proyecto de intervención, encaminado a frenar la degradación de la torre, actuando en cuatro niveles: solventar las lesiones en rocas y morteros; facilitar un acceso más cómodo; frenar los movimientos estructurales y, finalmente, corregir algunas soluciones constructivas inapropiadas. La obra, que ha sido ejecutada por la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte a lo largo de 2023, ha tenido un coste total de casi medio millón de euros.
El deterioro de la torre era patente en la situación precaria de la piedra, que había sufrido pérdidas de volumen e incluso la desaparición total de algunos elementos estructurales esenciales, como los parteluces de las ventanas del cuerpo superior. Los contrafuertes y apuntalamientos colocados en distintas intervenciones históricas de reparación y refuerzo atestiguaban que el edificio sufría problemas estructurales.
La actuación de Románico Atlántico ha propiciado la limpieza y consolidación de la piedra, así como la recuperación de algunos elementos estructurales. Por otro lado, se desmontaron y seleccionaron las tejas vidriadas de la cubierta, para instalar una lámina impermeable que evite filtraciones y humedades. Realizada esta tarea, se han repuesto las tejas y modillones más deteriorados y se ha reconfigurado el sistema de evacuación de agua del chapitel para alejarlo al máximo de los paramentos que conforman la torre, evitando su mayor degradación.
Paralelamente, se ha instalado un sistema de protección contra los rayos y se han colocado una serie de láminas metálicas en las ventanas que evitan que aniden palomas u otras aves. Para completar la intervención, se ha mejorado la colocación de las campanas, se ha diseñado un acceso más cómodo y se ha mantenido la monitorización para comprobar la idoneidad de la intervención.
Esta actuación en la torre se suma a las que viene acometiendo la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte en este templo cuya inversión total asciende a casi un millón de euros. Cabe destacar la restauración en 2020 del Retablo Mayor, que devolvió a la obra su estabilidad estructural y su apariencia estética. Con la restauración de la torre, la iglesia de San María del Río luce en todo su esplendor y también con ella los resultados de este importante proyecto de concertación institucional y colaboración público-privada que supone Románico Atlántico.