Soria, Teruel y Cuenca están enderezando su tendencia demográfica mientras varias zonas del noroeste, con Zamora como caso paradigmático, siguen perdiendo población. Las tres provincias con fiscalidad diferenciada, constituidas como un lobby contra la despoblación a través de la Red de Áreas Escasamente Pobladas del Sur de Europa (SSPA), ganaron entre todas casi 4.000 vecinos durante el curso 2022, el inmediatamente anterior a su entrada en las ayudas al funcionamiento.
En concreto, Teruel sumó 816 vecinos más, con un crecimiento de 367 en la capital; Soria, 1.105, con un repunte de 646 en la ciudad; y Cuenca, 1.924, con una subida de 123 en su municipio principal. En ese mismo año, Zamora provincia perdió 849 habitantes, 219 de ellos en su ayuntamiento principal.
Con este panorama, el argumento de la densidad de población coge fuerza como el único asidero al que pueden agarrarse Europa, España y las tres provincias beneficiadas para justificar que Soria, Teruel y Cuenca sí tengan la fiscalidad diferenciada y Zamora carezca de ella, a pesar de sus exigencias y del cumplimiento del criterio de la pérdida poblacional acelerada.
No en vano, en el periodo 2003-2023, Zamora ha visto disminuir su población en 33.300 personas, mientras que Soria ha caído 1.500; Teruel, 3.500; y Cuenca 5.800. Dicho de otro modo, esta provincia ha perdido el triple de habitantes que las tres de las ayudas al funcionamiento todas juntas.
Más ambición
Mientras Zamora sigue a la espera, sin muchos visos de que el escenario vaya a cambiar a corto plazo, Soria, Teruel y Cuenca mantienen sus reivindicaciones para tratar de asentar su recuperación en una lucha que va dando sus frutos. La SSPA cerró el 2023 con la petición de que las ayudas al funcionamiento se apliquen con la máxima intensidad, tras el hito que supuso su consecución el 1 de enero del año pasado.
Hay que recordar que, en estos momentos, la fiscalidad diferenciada permite que los negocios asentados en estos tres territorios cuenten con una reducción del 5% en la cotización por contingencias comunes en todos los contratos indefinidos, una cifra que se eleva hasta el 15% en los contratos nuevos que se firmen y que crece incluso hasta el 20% en los municipios de menos de mil habitantes.
Lo que pretenden Soria, Teruel y Cuenca es que se llegue al máximo del 20% en todos los casos, como permite Europa, para que los resultados positivos de la medida se hagan más visibles en datos como la bajada del paro, las contrataciones y el crecimiento del Producto Interior Bruto. Las tres provincias darán esa batalla a lo largo del ejercicio 2024, de la mano de sus empresarios y de las instituciones locales.