El Ayuntamiento de Zamora ha notificado a la empresa encargada de la obra en Cardenal Cisneros una serie de deficiencias observadas en la obra y que tendrán que estar resueltas en las próximas semanas antes de que los trabajos se den por concluidos, lo que a la postre se traducirá en la transferencia de la travesía, que dejará de ser una vía dependiente del Gobierno de España para ser una avenida que dependa del Ayuntamiento de Zamora.
La deficiencia más visible está justo enfrente del parque de León Felipe. Ahí, hace ahora algo más de dos meses, se abrió un enorme socavón de seis metros de largo y dos de ancho cuando ya se habían llevado a cabo tareas de asfaltado en Cardenal Cisneros. Un socavón que no es nuevo, pues apareció hace algunos años en la misma zona llegando a tragarse a un coche que estaba allí aparcado. Las causas son las mismas entonces que ahora. El colector de aguas sucias de las viviendas que pasa por la zona no está en el mejor estado.
No hay negativa de la empresa a solucionar la situación, pero Ferrovial sí ha transmitido al Ayuntamiento que la estructura de recogida de aguas está en mal estado. Lo que no es incompatible con el hecho de que fueran las máquinas encargadas de las obras las que picaran en el tubo y produjeran una fuga más grande, que propició que por la zona manara agua durante semanas. De hecho, aún hoy, dos meses después de abrirse el agujero, en el fondo corre agua con la intensidad de un arroyo… de agua sucia. El olor a desagüe es intenso en la zona y lo ha sido durante los meses de verano.
Llama la atención este agujero porque es lo único que queda por rematar de una travesía que está ya encarando las últimas fases del proceso de humanización, pero hay que aclarar quién tiene que arreglar la enorme fuga que hay ahora en la zona: si el Ayuntamiento de Zamora como dueño del colector de aguas o la empresa encargada de las obras por haberlo dañado. Hasta que eso no se solucione no se podrá proceder a rellenar el hueco con tierra y asfaltar. Mientras, en la zona se producen retenciones puntuales al pasar de dos carriles de circulación a uno.
Hay algunas deficiencias más, explica en declaraciones a este periódico el concejal Pablo Novo. Por ejemplo, se ha observado que hay un importante desnivel en la unión de Cardenal Cisneros con la carretera de Villalpando a la altura de la rotonda del Centro Comercial Valderaduey (concretamente, en la salida que va al supermercado Lidl). En otras zonas se ha observado que la calle queda por encima del nivel que marcan las aceras, por lo que también habrá que rebajar la cota.
Remates finales sin más complicación (salvo el socavón) que tendrán que solucionarse en la travesía que lleva los trabajos más adelantados de las tres. En la avenida de Galicia hay todavía importantes afecciones al tráfico, aunque ahora se pueda circular en los dos sentidos. Y en Requejo, la que va más atrasada, aún quedan varias fases por acometer, lo que supondrá cortes al tráfico durante este otoño. Las obras, basta recordar, tienen que estar terminadas antes del 31 de diciembre de este año.