La Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio ha declarado la prolongación de la alerta por incremento de riesgo meteorológico de incendios forestales para los días 9, 10, 11 y 12 de agosto en Castilla y León. Esa decisión implica medidas preventivas para evitar incendios forestales y supone la adopción de medidas organizativas extraordinarias en el operativo Infocal.
La decisión de la Junta está basada en las predicciones para los citados días, que indican una continuidad de las condiciones meteorológicas adversas, con temperaturas altas y humedades relativas bajas en la mayor parte de la comunidad. A eso hay que añadir vientos medios de 25 a 35 km/h en la meseta norte y mitad oriental, unidos a la probabilidad de tormentas secas eléctricas.
A partir del lunes 11, además, se generalizarán las rachas de viento por encima de 40 km/h en toda la comunidad. Estas condiciones, sumadas a la situación de estrés de la vegetación después de varios días seguidos con meteorología adversa, aumentan considerablemente el peligro de incendios forestales.
Prohibiciones y precaución de la población y trabajos en el medio natural
La Resolución prohíbe:
- Encender fuego en el monte en todo tipo de espacios abiertos, así como en zonas recreativas y de acampada, incluso en las zonas habilitadas para ello.
- El uso de barbacoas situadas en espacios abiertos, incluyendo aquellas autorizadas.
- El uso de maquinaria en el monte y la franja de 400 metros que lo circunda que, en su funcionamiento habitual, despida chispas o descargas eléctricas, como sopletes, soldadores y radiales.
- Suspende las autorizaciones de uso del fuego y de fuegos artificiales, cohetes o artefactos de cualquier clase que contengan fuego.
En labores agrícolas se debe suspender siempre la actividad cuando la temperatura sea superior a 30 grados y la velocidad del viento supere los 30 kilómetros por hora, y es obligatorio tener a mano los medios de extinción y el personal suficientes para controlar los posibles incendios que se puedan originar como consecuencia de la labor.
En lo que va de época de peligro alto de incendios forestales en Castilla y León, se ha producido un número inusual de incendios motivados por maquinaria que realiza trabajos en el medio rural, fundamentalmente en labores agrícolas. Se ha superado ya la cifra de 200. Además de las prohibiciones, que son las previstas como mínimo para estos estados de alerta, esta frecuencia de incendios derivados de labores agrarias obliga a tomar medidas complementarias para estas actividades en las horas centrales del día, que es cuando estadísticamente se producen más siniestros, bien sea por el contacto de elementos metálicos con el suelo o por deflagraciones de las máquinas por un mal funcionamiento o mantenimiento o limpieza insuficientes.
Con el fin de articular de forma ajustada estas medidas, tanto a las condiciones de cada territorio como de las diferentes labores, de modo que se condicione en la menor medida posible la actividad agraria, se han diferenciado tres zonas de acuerdo con el grado de afectación de las condiciones meteorológicas en esta ola de calor y se han dispuesto diferentes medidas para la realización de la actividad agraria, «proporcionadas a la situación y limitadas de acuerdo con el riesgo».
En Zamora, la práctica totalidad de los municipios se ubica en las zonas de mayor riesgo. En el nivel más bajo no hay ninguno y en el de carácter medio se hallan Asturianos, Cobreros, Espadañedo, Galende, Hermisende, Justel, Lubián, Manzanal de los Infantes, Muelas de los Caballeros, Palacios de Sanabria, Pedralba de la Pradería, Peque, Pías, Porto, Puebla de Sanabria, Requejo, Robleda-Cervantes, Rosinos de la Requejada, San Justo, Trefacio.