Sacyl no es capaz de reducir la larguísima lista de espera a la que se enfrentan los pacientes zamoranos que esperan cita con el especialista, sobre todo en algunas consultas. Los datos difundidos por la propia Consejería de Sanidad indican que en la provincia de Zamora la Atención Especializada sigue siendo para determinadas dolencias un camino imposible de recorrer. 22.214 zamoranos, entre los que esperan la primera consulta y los que todavía no han sido ni siquiera citados, aguardan a que los vea el especialista. Una cifra injustificable que, en la provincia, parece que ya se ha establecido como normal.
Los datos han ido a peor en el último trimestre aunque ello pareciera ya complicado vistos los de marzo. Desde el 31 de marzo hasta el 30 de junio las listas de espera para el especialista han aumentado en 1.096 personas. Con más pacientes esperando la fecha de la consulta que los que están aguardando a que llegue el día ya citados la verdad es que analizar la demora media carece de cualquier validez, pero Sacyl indica que, desde que la carta llega a casa hasta que llega el día de ir al hospital pasan una media de 123 días (cuatro meses). Y reconoce, además, que buena parte de la demora viene derivada de una falta de medios que empuja a quienes pueden permitírselo a la sanidad privada mientras condena a esperas eternas a los que no tienen medios para acortar el plazo del diagnóstico.
Solo en el complejo Asistencial de Zamora hay 5.713 personas que esperan todavía a recibir la cita para el traumatólogo aunque su médico de cabecera ya ha dictaminado que es necesario que se les cite. En Castilla y León se encuentran en esta situación cerca de nueve mil personas, lo que indica que más de la mitad de los afectados por esta falta de traumatólogos están en Zamora. Además, hay 3.549 personas esperando la cita con el oftalmólogo, 1.803 aguardando a recibir la citación de urólogo y 921 que esperan en casa a que se les llame para acudir al otorrino. Neumología, Dermatología, Anestesia y Endocrino suman otras dos mil personas a la espera no ya de visita médica, sino a la espera para tener siquiera una fecha a la que agarrarse.
Una vez se entra a las listas de espera de los pacientes ya citados puede apreciarse cierta reducción en algunas familias, pero son unos datos que no reflejan la realidad. En Oftalmología tienen cita y están a la espera de ser vistos por el médico algo más de mil personas (en marzo eran 1.300), pero si hay 3.500 esperando a que les llegue la cita, el dato «real» pierde gran parte de su valor, pues está claramente condicionado por el anterior. Sea como fuere, 1.062 zamoranos esperan cita con el oftalmólogo con la visita ya agendada. Eso sí, desde que llega la carta hasta que es momento de ir al médico pasan 238 días. Una situación insostenible.
En Trauma pasa algo parecido. La lista de espera oficial habla de 863 personas (de nuevo, hay que sumar las 5.700 que no han recibido ni la carta) y se reconoce una falta de medios por parte de la sanidad pública puesto que el 93% de los pacientes forman parte de la llamada lista de espera estructural. Desde que se agenda la cita hasta que a uno le ve el médico pasan 214 días. Siete meses.
Peor lo tienen los pacientes de Urología, que esperan la friolera de un año como término medio para ser vistos por el especialista. Datos medios, cabe recordar, lo que indica que hay personas cuya paciencia se pone todavía más a prueba. 285 personas están citadas y casi dos mil a la espera de la citación. En el resto de especialidades las esperas son más moderadas, de unos pocos días en los mejores casos o de un par de meses.
Sea como sea, la realidad es que Sacyl no da con la tecla para reducir la lista de espera. En los últimos meses se han sucedido las informaciones sobre transferencias de dinero público a las empresas dedicadas a la sanidad privada para adelgazar, en la medida de lo posible, las listas de espera, tanto las de la Atención Especializada como las de espera quirúrgica. La Consejería de Sanidad gastó durante el pasado año 661.678 euros para derivar a la sanidad privada a 414 zamoranos que necesitaban una intervención quirúrgica y que estaban apuntados para ello en la sanidad pública. Una estrategia que se ha vuelto habitual en los últimos tiempos y con la que Sacyl intenta paliar el ascenso de la lista de espera para el quirófano en toda la comunidad. En toda la comunidad, la Consejería destinó el año pasado 13,1 millones de euros a conciertos con entidades privadas, que sirvieron para operar a 5.872 pacientes que estaban en la lista de espera pública y para realizar más de 46.000 pruebas diagnósticas.