El Gobierno de España mantendrá un ministerio con el apellido «reto demográfico». El presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, confirmó este lunes a Teresa Ribera como vicepresidenta tercera y responsable de las áreas de transición ecológica y lucha contra la despoblación. Es decir, las mismas atribuciones que tiene desde enero del año 2020, cuando se puso en marcha la coalición del PSOE con Unidas Podemos, que cambia ahora de socio minoritario para incorporar a Sumar.
Ribera se quedará, por tanto, con dos áreas íntimamente relacionadas, que a veces resultan difíciles de encajar, pero que son decisivas para el futuro de los territorios alejados de las grandes ciudades. Zamora observará con atención los movimientos de la vicepresidenta tercera, tanto en lo tocante a las medidas que puede implementar directamente el Estado como en las que ha de coordinar con el resto de los niveles territoriales.
La provincia viene de una legislatura anterior muy marcada al principio por la pandemia y en la que echó en falta después más ambición a la hora de llevar a cabo algunos de los retos planteados inicialmente, como la descentralización de las actividades o la creación de oportunidades para los jóvenes en las zonas rurales y en las capitales periféricas. Quizá, el impulso a la conectividad de banda ancha, que podría favorecer el teletrabajo en determinadas zonas, ha sido el gran hito.
Lo que falta por llegar
Por lo demás, Zamora sigue pidiendo la llegada de estímulos como el que supondría la reapertura de Monte la Reina o la descentralización de algún organismo; tampoco ha entrado dentro de las provincias con la llamada fiscalidad diferenciada; continúa con los problemas de vivienda y de acceso a las oportunidades para los jóvenes en los pueblos y padece con algunos servicios que dependen de la comunidad autónoma, como la Sanidad.
En la legislatura anterior, el área de Reto Demográfico puso sobre la mesa un paquete con 130 medidas, algunas más concretas que otras, para tratar de impulsar la lucha contra la despoblación, pero muchos de esos objetivos siguen sin resolverse. Ahora, Sánchez primero y Ribera más tarde han defendido la pertinencia de trabajar «para reducir las desigualdades y facilitar los servicios básicos a no más de 30 minutos, se viva donde se viva».
Más presupuesto
A la espera de ver como se concreta esto, algunas voces de expertos han advertido de la necesidad de aumentar las partidas presupuestarias destinadas a paliar la despoblación para que los efectos reales de esa lucha se vean de manera más nítida. Por ello se peleará también desde los segundos niveles, particularmente relevantes en este departamento. Aún se debe confirmar la continuidad de Francesc Boya y Juana López Pagán en los puestos principales.
Los dos representantes del Ministerio han mantenido también distintas reuniones con sus homólogos de Portugal en aras de impulsar la cooperación transfronteriza. Aquí, la realidad socioeconómica de La Raya invita igualmente a dar pasos más firmes. Sin ir más lejos, el país vecino ha trasladado el área principal de lucha contra la despoblación a Braganza, desde donde trabaja su responsable, Isabel Ferreira.
Ribera dijo, pocas semanas después de recibir el encargo de Reto Demográfico en 2020, que «ni el tamaño de los núcleos ni la pérdida de población podía limitar los derechos de las personas» y que consideraba «absurda» la tendencia de vaciar estas provincias para concentrarlo todo en Madrid o en la costa. Ahora, tendrá una nueva etapa por delante para caminar en busca de corregir esos desequilibrios.
Las tensiones con las renovables
El asunto de las energías renovables estará en el centro de la agenda de Ribera durante esta legislatura. España viaja en la dirección de producir energía más limpia y, en el caso de Zamora, esa circunstancia está generando importantes tensiones en los pueblos por la ocupación de tierras de cultivo para instalar macroparques fotovoltaicos. La resolución de tales enfrentamientos vecinales, a través de la articulación de procesos adecuados, también ha de estar en el «debe» de esta Vicepresidencia.