El Grupo Socialista en las Cortes de Castilla y León preguntará a la consejera de Educación, Rocío Lucas, por el cierre del colegio público de Sanzoles para el próximo curso, que será el segundo consecutivo en el que el centro no abre sus puertas. Se da la situación de que en Sanzoles hay 22 niños en edad de cursar estudios de Infantil o Primaria, niños que están escolarizados en colegios del entorno (en Moraleja del Vino, principalmente) pero también en la capital. El cierre del colegio provoca preocupación en el pueblo y este martes la alcaldesa y el equipo de Gobierno mantuvieron una reunión con el procurador del PSOE Carlos Fernández, que les confirmó que su grupo interpelará a la consejera en el Pleno de la semana que viene, el último dentro del periodo ordinario de sesiones.
Para el año que viene, según la información que la Dirección Provincial de Educación suministró a este periódico y que fue publicada el 7 de junio, solo una familia habría manifestado «intención real» de escolarizar a su hijo, de Infantil, en el colegio. Al no alcanzarse la cota mínima de tres alumnos para abrir el colegio, la propia Dirección Provincial recomendó a la familia que optara por otra alternativa y el niño finalmente será escolarizado en Moraleja del Vino.
El cierre del colegio es un varapalo, sobre todo anímico, para el pueblo, que ve como se pierde un servicio más, pero la decisión está tomada, siempre según fuentes oficiales. «En estos momentos estamos terminando la planificación del próximo curso y en Sanzoles las cosas van a seguir como este año», apunta Teresa Pérez, directora provincial de Educación. Esto es, clases cerradas. «Los padres están conformes con la situación y valoran que en las clases haya más niños de la edad de sus hijos», algo que, indica la directora provincial de Educación, se da en Moraleja del Vino y en Zamora pero no en Sanzoles. «Los padres son conocedores de la situación y la valoran, de forma mayoritaria, de manera positiva», abundan las mismas fuentes.
En el centro, la Consejería de Educación mantiene de momento una plaza de profesora, que seguirá referenciada ahí, al menos de momento y hasta que acabe de aclararse la situación. Y es que el siguiente será el segundo año del colegio cerrado, lo que, con la caída en la natalidad que viven los pueblos, se traduce a buen seguro en dificultades si se quiere abrir el centro en un futuro, ya que es de prever que los padres que ahora llevan a sus hijos a Moraleja o a Zamora los mantengan ahí durante los próximos años.