La Asociación Zamora con el Sáhara presenta una nueva edición del programa «Vacaciones en paz» donde niños y niñas saharauis de edades comprendidas entre ocho y trece años pasan los meses de verano en la ciudad de Zamora. Un proyecto que bebe de la solidaridad zamorana y que une dos puntos separados a miles de kilómetros con un mismo objetivo: una infancia más libre.
El programa presentado por Laura Huertos, responsable de la fundación Caja Rural de Zamora, Ramiro Silva, representante de la Diputación y Auxi Fernández, concejala de Servicios Sociales, celebra con esta nueva edición la número treinta y tres. Abiertas las inscripciones desde este 19 de febrero, la asociación confía en cumplir su objetivo de cinco nuevas familias para acoger hasta treinta niños saharauis en total.

Los representantes de las distintas instituciones están de acuerdo en resaltar la «labor humanitaria y social» que lleva realizando la compañía durante varias ediciones cuyo fin es vivir una experiencia marcada por «la paz, la alegría y el cuidado de las familias acogedoras», señala Huertos, quien agradece el esfuerzo de los voluntarios para que esto sea posible y los beneficiarios puedan «escapar por unas semanas de la dura realidad que viven día a día».
Por su parte, Ramiro Silva, desde la Diputación reafirma el compromiso institucional que gracias a sus aportaciones económicas las familias participantes apenas les supone un coste económico acoger a los niños. Por ello, las voluntarias de la asociación como Mariví Barrios recalcan el resultado «gratificante» que da poder participar en la experiencia y anima a más voluntarios a participar que desde la pandemia el número de personas ha ido disminuyendo. «Antes de la pandemia llegamos a 48 familias. El año pasado fuimos 25. Ahora hay menos compromiso que antes», ha concluido.
Las altas temperaturas y las malas condiciones en las que viven esos niños cuando pasan el verano en su hogar provocan que muchos padezcan problemas en la salud. Por ello, un programa como «Vacaciones en Paz», apunta Auxi Fernández, supone también unas «vacaciones en salud» que permite a esos niños disponer de la sanidad española si lo necesitasen. El último caso, comenta Mariví Barrios, el de una niña que gracias a la iniciativa pudo ser operada de un problema en el corazón, una cirugía, sostiene «que muy probablemente allí no hubiese podido acceder».