Las áreas rurales del oeste de Europa y las viejas zonas industriales se encuentran entre los territorios comunitarios que sufren lo que se conoce como «una trampa en el desarrollo» de sus economías. Se trata de territorios con un Producto Interior Bruto por debajo de la media, escasa productividad y problemas relacionados con el empleo que, en casos como el de Zamora, tienen que ver con una falta de relevo generacional que amenaza el futuro, a la vista del envejecimiento que padece su población.
El análisis sobre esta problemática aparece en uno de los informes elaborados en febrero de este año por un grupo de expertos al más alto nivel europeo sobre las políticas de cohesión que deben ejecutar tanto la UE como sus Estados miembros. No se trata de la posición oficial de la propia Comisión, pero sí pone sobre la mesa algunos de los asuntos que las instituciones europeas han ido analizando recientemente a la vista de la problemática que se están encontrando.
Entre otras cosas, el informe incluye varios mapas con detalle regional y provincial que evidencian que territorios como Castilla y León, y en particular Zamora, se encuentran dentro de esos lugares en riesgo por su deriva económica y demográfica. El reporte refleja, entre otras cosas, que el PIB de la provincia está por debajo de la media de su entorno y que, en zonas como esta, «la falta de desarrollo ha provocado movimientos de población» hacia otros puntos que se pueden considerar más atractivos desde el punto de vista laboral.
El informe remarca «los riesgos para la competitividad» que trae consigo esta tendencia, demanda un refuerzo de las «capacidades locales» y pone el acento en la importancia de la cooperación transfronteriza, particularmente en «lugares remotos», como una herramienta para avanzar en «innovación y en diversificación», algo relevante en regiones donde los sectores económicos clave durante décadas ahora están «exhaustos».
Los responsables del análisis hacen énfasis también en la problemática a la que se puede ver abocada Europa si no corrige esta situación, y señalan el auge reciente de los partidos euroescépticos en muchos puntos del territorio comunitario. En un mapa provincializado, los expertos acompañan su punto de vista con los datos extraídos de las elecciones celebradas en los últimos cuatro años, aunque Zamora no se encuentra entre los lugares donde el voto se ha desviado más hacia esas posiciones. Tan solo, entre el 10 y el 20% del total de las papeletas, según este estudio.
Los paisajes demográficos
Ya en un comunicado previo de la propia Comisión se habían puesto de manifiesto determinados riesgos particulares en los territorios que «padecen una disminución de la población activa y una baja proporción de personas con educación superior, así como en las regiones afectadas por el éxodo juvenil».
«Si no se hace frente a esta transición, generará nuevas y crecientes disparidades territoriales a medida que las regiones envejezcan y se queden rezagadas en cuanto a la cantidad de su mano de obra y a sus capacidades. Esta transición puede modificar los paisajes demográficos de Europa, obstaculizando la resiliencia y la competitividad de la UE», señalaba la propia institución europea.
En esa línea, la Comisión tildaba de «fundamental» el hecho de garantizar que las regiones que se enfrentan a una trampa para el desarrollo del talento «sean más resilientes y atractivas para cumplir el compromiso de la UE de no dejar a nadie ni a ningún lugar atrás».
La propia vicepresidenta del Gobierno de España encargada del área de Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha utilizado estos días sus redes sociales para reaccionar al informe de los citados expertos y poner el acento en la necesidad de «recortar la brecha entre grandes ciudades y áreas rurales».
«Despoblación, servicios y actividad económica. La trampa que frena el desarrollo y alimenta el peligro del populismo. Un desafío para la equidad y la democracia. Son también políticas de igualdad y oportunidades», ha admitido Ribera.