Al paso por la iglesia de San Esteban, algunos vecinos giran la cabeza para cerciorarse de que lo que ven es real: ya no hay pintadas. Los residentes más cercanos se sorprenden menos, pues hace días que vieron por la zona a los trabajadores y al restaurador que se han dedicado a eliminar estas marcas de los sillares de piedra. Y no solo han actuado en este templo. También en San Cipriano, San Vicente y Santiago El Burgo.
El concejal responsable del área, Pablo Novo, explica que estas actuaciones han sido fruto de «una colaboración entre administraciones». El Ayuntamiento tenía en mente la intervención, pero ha necesitado de la aprobación y de la colaboración del área de Patrimonio de la Junta para poder ponerse en marcha y borrar el rastro de estos «actos vandálicos».
Novo indica que, en aras de evitar daños en las piedras, «se han utilizado materiales muy específicos y ha habido un seguimiento muy cercano por parte de un restaurador». No es lo mismo actuar en las paredes de la parte de atrás de la calle, de un valor estándar, que sobre este tipo de fachadas que requieren de un tacto particular.
De hecho, en algunas zonas habrá que repasar para dejarlo todo limpio, ante la imposibilidad de incidir de una manera «abrasiva» sobre los sillares. Concretamente en San Esteban, todavía se ven las sombras de algunas pintadas, pero el grueso se ha eliminado después de que este templo llegara a ser noticia nacional por la proliferación de marcas vandálicas.
«No podemos bajar la guardia»
La labor quirúrgica esta hecha, con un «seguimiento de los materiales» y la elaboración de unos informes sobre la actuación, pero la vida continúa y el Ayuntamiento es consciente del riesgo latente de que las pintadas reaparezcan: «No podemos bajar la guardia», admite el concejal, que aboga por «la vigilancia constante y una intervención lo más rápida posible».
Ante la pregunta de si las cámaras serían una solución, Novo reconoce que podrían ser «una ayuda para ver el recorrido que realiza la persona», pero afirma que la clave es la colaboración ciudadana: «Lo más efectivo es una llamada de los vecinos para que la Policía pueda proceder a la sanción», zanja el representante municipal.