Agosto fue un mal mes, pero achacar a los incendios los malos datos turísticos que viene sufriendo Zamora durante el año 2025 no refleja toda la verdad de la situación. Los visitantes cayeron en el octavo mes del año en porcentajes superiores a los de los meses anteriores, pero lo vivido en verano es solo una pequeña parte del retrato general. La provincia experimenta unos datos peores que los del ejercicio 2024 en todos los periodos analizados, desde el invierno hasta el verano pasando por la Semana Santa, donde a pesar del buen tiempo en comparación con 2024 no se registró un incremento de viajeros en la provincia. Así, Zamora registra a fecha de hoy unos 35.000 visitantes menos que los que se apuntó en 2024.
Los datos son del Observatorio de Coyuntura Turística de la Junta e indican que, hasta el 31 de agosto, habían pasado por la provincia 280.166 personas frente a las 316.000 del mismo periodo del año pasado. Un descenso de más del once por ciento que es, con bastante diferencia, el más acusado de todos los que se han podido registrar en la comunidad autónoma. Solo León tiene unos porcentajes que se pueden asemejar algo a los de Zamora (a distancia, eso sí, pues las visitas han descendido un 7,24% allí y, con todo, aquella provincia registra más de un millón de visitantes en los ocho primeros meses del año, casi cinco veces más que Zamora). A nivel de Castilla y León la situación es de estabilidad, con una levísima caída inferior al dos por ciento.
Pasa algo similar en los hoteles, donde las pernoctaciones de este año se están traduciendo en un intenso descenso desde los datos registrados el año pasado. Son 450.000 las reservas que se han registrado en la provincia en los ocho primeros meses del año, alrededor de 56.000 menos de las del año pasado en las mismas fechas. De nuevo, se habla de la caída más acusada de la comunidad, donde la situación no es buena pero sí estable. Provincias con las que, en principio, Zamora compite, como Soria, Palencia o Ávila registran unos datos muy similares a los del año pasado, incluso con relevantes subidas como en el caso de la provincia soriana. Zamora se sale de esa norma.
La situación preocupa y ha llegado ya al seno de las instituciones públicas. Hace unas semanas el Ayuntamiento de Zamora reconocía que la ciudad empieza a tener un problema con el turismo. De enero en adelante, según los informes de los técnicos municipales refrendados por el concejal del ramo, Christoph Strieder, se ha producido un «notable frenazo» que encaja perfectamente con los datos que elabora el Observatorio de Coyuntura Turística de la Junta. Vienen menos viajeros y se quedan menos noches. Los hoteles son los que más sufren esta situación, que se refleja también en los restaurantes y en otros negocios relacionados con el turismo.
Uno de los datos que reflejan esta situación lo ofrece ya el INE en su estadística sobre los ingresos de los hoteles por habitación disponible, que están entre los más bajos de la comunidad. Cada habitación les supone a los establecimientos hoteleros unos ingresos de cuarenta euros diarios como término medio (es decir, si hay una ocupada y otra vacía, se hace la media). Son cantidades no muy altas teniendo en cuenta los gastos asociados que conllevan estos negocios, que aumentan en el mes de agosto (esos 40 euros son la cifra más alta del año) y que se reducirán durante los próximos meses hasta cifras más bajas. De hecho, en invierno, la media de ingresos por cada habitación ronda los veinte euros porque el grado de ocupación cae de forma sensible. Cosa que obliga a los hoteles a cerrar algunas habitaciones y a reducir personal.
Otras cifras
Hay más datos que hablan del delicado momento del sector, como el hecho de que ahora haya unas noventa habitaciones menos disponibles que en el mes de agosto del año pasado, que el número de plazas estimadas se haya reducido en unas cien en el último año o que el grado de ocupación por plaza haya caído por debajo del cincuenta por ciento. Es decir, como media, más de la mitad de las plazas disponibles no se llenan en los hoteles zamoranos. Ni siquiera, y esto es lo más preocupante, durante los fines de semana, cuando los hoteles están, literalmente, medio vacíos salvo en momentos puntuales del año. La reducción de personal contratado ha sido notoria, con casi cien trabajadores menos en el sector que en agosto de 2024 según el INE.
La situación no es mucho mejor en los apartamentos turísticos, que también sufren este año el estancamiento que se está produciendo en la provincia. La ocupación media es incluso inferior a la registrada en los hoteles entre diario, aunque algo mayor en los fines de semana, cuando también se ronda el cincuenta por ciento. Como norma general, de domingo a jueves, cuatro de cada cinco plazas disponibles en los apartamentos turísticos zamoranos se encuentra vacías.