El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, ha anunciado este miércoles que las ayudas a los afectados por los incendios que permanecen activos en la comunidad se concretarán en el Consejo de Gobierno del 21 de agosto. Será entonces cuando se conozcan en profundidad los detalles de un plan especial que, según el mandatario autonómico, aspira a ser «rápido, generoso y eficaz».
Mañueco ha realizado estos apuntes en una rueda de prensa ofrecida en Valladolid tras la reunión que ha mantenido con varios de sus consejeros. En ese encuentro, los miembros del Gobierno han estudiado cómo se puede proceder a la reparación de viviendas y de otros bienes y propiedades, y cómo se ha de ayudar a quienes han padecido esas pérdidas.
El presidente de la Junta ha enumerado varias líneas de actuación y ha confirmado que se pagarán las propiedades y los enseres de la gente, pero también las infraestructuras dañadas, las pérdidas de agricultores, ganaderos y apicultores o el lucro cesante de las empresas. La idea, además, es que los territorios castigados sean declarados como zona catastrófica.
En la misma comparecencia, Mañueco ha defendido el operativo y ha puesto el foco en «las circunstancias meteorológicas extremas y difíciles» que han provocado el avance de las llamas. «Ya en 2022 se duplicó el presupuesto dedicado a extinción», ha indicado el presidente de la Junta, que no se ha cerrado a otros cambios: «Veremos qué hay que mejorar de cara al año que viene», ha deslizado.
Entre esos cambios no da la sensación de que vaya a estar una modificación en el organigrama político, pues Mañueco ha defendido al consejero de Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, y a su equipo: «Estoy satisfecho con la labor de quien trabaja todo lo que tiene que trabajar», ha insistido el presidente de la Junta, que ha aclarado, además, que nadie ha planteado la necesidad de elevar los incendios a nivel tres.