Buenas palabras y ausencia de soluciones. Los viajeros del tren regional Puebla de Sanabria-Valladolid, que viven un rosario de incidencias y retrasos desde que cambiaron los horarios de los trenes el pasado 9 de junio, no encuentran en Renfe la respuesta que buscaban a su situación. La cuestión es que las nuevas frecuencias han afectado de forma directa a este tren en un tramo ya cercano a la capital zamorana, donde solo puede pasar un convoy a la vez. La llegada del Regional a Zamora a las 8.31 de la mañana casi coincide en el tiempo con la de un AVE que llega desde Madrid a las 8.22 y continúa hacia Vigo. Si el tren veloz se retrasa aunque solo sean dos minutos ambas máquinas están condenadas a encontrarse en el tramo conflictivo y Renfe siempre prioriza por número de pasajeros. Esto es, los viajeros del Regional esperan bastante tiempo y llegan tarde a los lugares a los que acudían.
La situación se ha repetido de forma insistente en estas últimas dos semanas, aunque parece que la operadora ha afinado algo los horarios en estas últimas jornadas. Sea como fuere, los usuarios han presentado las lógicas protestas ante Renfe por una situación que, lejos de ser coyuntural, llevaba ya ritmo de convertirse en endémica.
La contestación de la operadora ferroviaria pública, a la que ha tenido acceso este diario, se limita a pedir perdón por no ofrecer los «niveles de puntualidad» que el usuario espera y asegura que Renfe es «la primera interesada» en ofrecer un servicio puntual. «Lamentablemente, no estamos exentos de contingencias e imprevistos que, en algunas ocasiones, nos impiden cumplir con los horarios establecidos». Buenas palabras, pero lo que sucede aquí no es un imprevisto, sino que apunta a un error en el diseño de los horarios de los trenes.
«Uno de nuestros objetivos fundamentales es la comunicación con nuestros clientes, ofreciendo la coordinación necesaria de la información en incidencias que modifiquen sustancialmente el servicio de nuestros trenes», concluye la operadora en una respuesta «de manual» que no ofrece soluciones reales a la problemática surgida.