La provincia de Zamora inició el siglo XXI con 203.469 vecinos. De ellos, 118.229 residían en zonas rurales. Esto es, fuera de Zamora y su área funcional urbana, que incluye Morales del Vino y Villaralbo, y lejos también del municipio de Benavente. Si se cumplen los pronósticos del estudio elaborado por Miguel González-Leonardo, investigador del Centro de Estudios Demográficos Urbanos y Ambientales de México, el número de residentes en los pueblos del territorio habrá mermado a la mitad desde el 2000 hasta 2040.
El análisis, publicado recientemente por la revista Ager, contempla que, dentro de quince años, solo vivirán en la provincia y fuera de los cuatro municipios citados, 59.072 personas. Si se va más atrás, esto quiere decir que, en un siglo, ese territorio habrá perdido casi 200.000 habitantes, habida cuenta de que la Zamora rural contaba, en 1940, con unos 256.000 hombres y mujeres, según las cifras oficiales del censo.
Eran los tiempos anteriores al gran éxodo rural. Desde entonces, la tendencia ha sido descendente. Unas veces de forma más acelerada y otras más contenida. En 2020, según el estudio, los pueblos de la provincia, que sí incluyen por ejemplo a Toro, contaban con 87.032 habitantes. El descenso desde el año 2000 alcanzaba el 26,4%. Lo que pronostica el investigador del centro de estudios mexicano que ha elaborado el análisis es que la caída en el periodo 2020-2040 será más pronunciada, del 32,1%.
Todo, en un contexto en el que la población rural en España se incrementará, según las previsiones trazadas por González-Leonardo. La perspectiva es que el país pase de contar con 7,9 millones de vecinos en los pueblos a tener 8,2 millones de habitantes en estos lugares ajenos a las áreas urbanas. Eso sí, la tendencia será dispar en función del sitio que uno contemple: en 25 provincias habrá crecimiento; en otras 25, descenso.
El problema del noroeste
Los datos de cada territorio aparecen ordenados en una tabla, y no hace falta ser un gran experto en geografía para observar dónde se encuentra el foco del problema. El estudio prevé que la caída supere el 20% en siete provincias. Son estas, en orden de mayor a menor pérdida: León, Zamora, Ourense, Asturias, Lugo, Salamanca y Cáceres. Casi se puede trazar una línea recta.
El análisis señala, por tanto, que las zonas rurales del noroeste de España serán las más castigadas demográficamente en los próximos años si nadie le pone remedio. Del lado contrario se prevé un auge poblacional en los pueblos de Baleares, en las pequeñas localidades de Madrid o en la Alicante rural, por citar los tres ejemplos más destacados.
González-Leonardo aclara en el estudio que su pronóstico se basa principalmente en las tendencias observadas y en la evolución histórica. Es decir, no contempla la posibilidad de que se produzca una alteración importante que pueda revertir la tendencia o, al contrario, acelerarla.