La Universidad de Salamanca detecta, en un estudio recientemente publicado, un «preocupante aumento del riesgo de suicidio en niños y adolescentes tras la pandemia». El estudio se ha llevado a cabo de la mano del Instituto de Investigación Biomédica de Salamanca y del Complejo Asistencial Universitario de Salamanca y ha recopilado datos relacionados con la alineación suicida y la autolesión en todos los pacientes de menos de 18 años que requirieron asistencia psiquiátrica en Urgencias durante los años 2019 (antes del COVID), 2021 y 2022.
Los resultados, publicados en la revista de alto impacto «Healthcare», revelan que los menores atendidos con pensamientos suicidas se han multiplicado por cuatro en este periodo, por lo que los autores aconsejan más estudios para analizar esta tendencia creciente y piden ajustes en los sistemas de atención sanitaria para prevenir mayor deterioro de la salud mental infantojuvenil.
En concreto, de los 316 menores de 18 años que fueron vistos por los servicios de psiquiatría de guardia en el hospital de Salamanca durante los tres periodos de tiempo, 78 fueron atendidos en 2019, 98 en 2021 y 140 en 2022, lo que muestra esta demanda creciente de la atención urgente en la salud mental infantojuvenil.
De todos los pacientes atendidos, con una edad media de 15 años y con un porcentaje de mujeres que duplica al de hombres, la proporción de los que mostraron ideación suicida aumentó significativamente cada año: más de la mitad expresaron estos pensamientos en 2022 cuando en 2019 este porcentaje fue un 25%. Y si se habla de cifras totales, 79 pacientes presentaron riesgo de suicidio en el último año analizado frente a los 19 que lo hicieron en la prepandemia, es decir, cuatro veces más. Y aunque este aumento no fue tan abultado en las conductas de autolesión, casi el 48% de los pacientes atendidos en urgencias en 2022 se habían autolesionado frente al 33% registrado tres años antes.
Cada vez más autolesiones
Como indican los autores, este trabajo, que no ha incluido los datos relativos al año 2020 dadas las dificultades para rastrearlos durante una crisis de salud pública sin precedentes, arroja “una subida exponencial” de la atención de menores con ideas suicidas, y “aunque hemos utilizado la pandemia como referencia, no sabemos si esta tendencia ya venía de antes o se ha acelerado, y si responde a los nuevos hábitos de la juventud relacionados, entre otros factores, con el uso equívoco de redes sociales y el fácil acceso a información no deseable”.
Lo que explicaría, además, fenómenos cada vez más prevalentes en nuestro país como las autolesiones, que, como expone el investigador principal del estudio, “estaban más extendidas en Reino Unido hace años cuando en España eran algo puntual, pero ahora ya estamos a la misma altura tras poderse haber producido un proceso de contagio cultural debido al inmediato acceso a la información o a las modas de cualquier país del mundo”.