Los dirigentes de la Diputación de Zamora son conscientes de que la provincia tiene un problema que resulta evidente para cualquiera que conozca las cifras: la gente se jubila en masa y las generaciones que vienen por detrás no alcanzan para cubrir, ni de lejos, el vacío que dejarán las quintas del baby boom. El conflicto lleva algunos asomando, pero ahora ya está aquí, y el mercado laboral empieza a notarlo. De ahí que las empresas reclamen medidas para, al menos, paliar la situación.
En ese escenario, el presidente provincial, Javier Faúndez, ha regresado de su viaje a Argentina con una propuesta: establecer los mecanismos necesarios para lograr que los descendientes de los zamoranos que se marcharon mediado el siglo XX a Sudamérica hagan el viaje inverso al que realizaron sus abuelos.
Para ello, la primera clave está en la llamada «Ley de Nietos», la que permite que los argentinos descendientes de españoles obtengan la nacionalidad para poder trasladarse y trabajar sin impedimentos. En su visita al país sudamericano, Faúndez ha constatado que quienes desean acogerse a esa opción están penando para tratar de ponerse en contacto con los ayuntamientos y recibir la documentación necesaria.
Por eso, la Diputación va a habilitar ya un correo electrónico para que las casas de Zamora y de Castilla y León en las distintas ciudades de Argentina remitan las solicitudes y la propia institución provincial las pueda coordinar. Acabar con ese cuello de botella sería el primer paso. A partir de ahí, llegaría lo demás. Y lo demás es la búsqueda de empresas y de vivienda.
«Aquí se vive bien, es asequible. Y estamos en un relevo generacional», ha señalado Faúndez, que ha anunciado un plan junto a la Cámara de Comercio y los ayuntamientos para poner a todas las partes en contacto. «En Mar del Plata me encontré con dos jóvenes de 23 y 24 años, familiares de emigrantes de la provincia, que trabajan en la construcción y que ganan 660 o 700 dólares al mes en zonas con un nivel de vida parecido al de aquí», ha puesto como ejemplo el presidente de la Diputación.
Por ello, la institución va a mandar esas ofertas de trabajo para «abrir las puertas a quien ya tiene un vínculo con la tierra». Esto se combinará con el programa Talento 58, que ya ha permitido el desembarco de población venezolana en pueblos de la provincia, particularmente en Fermoselle.