La propuesta de cambiar el régimen jurídico de protección del lobo en toda la Unión Europea abre la puerta a permitir la caza del animal, ahora estrictamente prohibida, aunque en modo alguno hay que pensar que la especie podrá volver a cazarse en las condiciones existentes hasta hace unos años por la mera aprobación del cambio de consideración. La tramitación es de hecho larga, los países deben reunirse todavía varias veces y será la Comisión Europea la que modifique la directiva finalmente, si bien esto no significa que el régimen jurídico del lobo en España se vaya a cambiar.
Se trata de un paso, eso sí, decisivo y sin el cual no se podría flexibilizar la situación actual. La normativa que ahora se cambiará es la llamada Directiva Hábitats de 1992, un documento que determinó que la caza de la especie estaba estrictamente prohibida al sur del Duero y permitida, aunque muy limitada, al norte, lo que permitiría a priori un equilibrio entre la conservación de la especie y la pervivencia de la ganadería.
Junto con Grecia, el único territorio de la Unión en el que se admitió una protección simple fueron las regiones españolas al norte del Duero, entre ellas la parte correspondiente de Castilla y León y de la provincia de Zamora.
La situación en Zamora y en la comunidad cambia en septiembre de 2021, cuando España pasa de considerar los terrenos al norte del Duero como terrenos de protección estricta, endureciendo lo que marcaba la normativa. La decisión final sobre la especie corresponde, así las cosas, a España, que podría desde mantener la situación actual a permitir la caza restringida en todo el país y no solo al norte del Duero. Para cambiar la directiva, además, hay que modificar el Convenio de Berna, norma de la que emana.
«La protección del lobo es una de las medidas que más han perjudicado al campo español en los últimos años»
Alianza UPA-COAG
La noticia sobre la rebaja de la protección de lobo ha venido a enconar aún más las ya enfrentadas posturas existentes en Zamora en lo relativo a la presencia del cánido en el ecosistema. La Junta se ha manifestado lógicamente a favor, pues había enviado propuestas a Bruselas que buscaban precisamente conseguir lo que ayer se votó: una rebaja en el grado de protección. Celebran también la cuestión los ganaderos, que recuerdan ahora, con el traslado a Europa de la todavía vicepresidenta del Gobierno, Teresa Ribera, que “fue responsable de una de las medidas que más han perjudicado al campo español en los últimos años: la inclusión del lobo en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (Lespre)”.
Una inclusión, dicen que, “se produjo con la oposición de todo el sector agrario nacional y sin escuchar a los ganaderos, principales afectados por la medida. Argumentan los ganaderos que los ataques han aumentado un cuarenta por ciento desde septiembre de 2021 y denuncian que la cifra no para de crecer, con cerca de mil acometidas del cánido a las explotaciones agrarias según sus datos. En este periodo han muerto, apuntan las mismas fuentes, más de 2.500 cabezas de ganado por la acción directa del lobo.
«Un aliado de la agricultura»
Javier Talegón es biólogo, educador ambiental y uno de los grandes defensores del lobo en la provincia de Zamora. «El lobo puede ser un aliado de la ganadería y de la actividad cinegética y, además, matar lobos puede ser contraproducente porque una población lupina desestructurada por la caza, puede generar más ataques al ganado», asegura.
«Los intentos enfocados a degradar la protección legal del lobo no tienen en cuenta la realidad y la funcionalidad ecológica de la especie»
Javier Talegón, biólogo
Talegón apostilla que «todos los intentos enfocados a degradar la protección legal del lobo no tienen en cuenta la realidad y la funcionalidad ecológica de la especie y son ajenos a los postulados de la ciencia». Las decisiones enfocadas a desproteger a la especie, continúan las mismas fuentes, «representan además un claro ejemplo de gestión electoralista de nuestra biodiversidad: las presiones de determinados lobbies con el amparo de la derecha y la ultraderecha europea intentan desproteger el patrimonio natural de todos los europeos. En la actualidad existen conocimientos científicos, medios técnicos, fondos económicos y, sobre todo, una sociedad cambiante, urbana y concienciada con la especie, que de forma global nos obligan a gestionar a los depredadores con herramientas -pacificas y no letales- como la protección de los rebaños», concluye.
El biólogo defiende, por último, que rebajar la protección del cánido es «incongruente» y «que choca con la posibilidad real de coexistir empleando medidas preventivas, como han hecho durante siglos -y siguen practicando- muchos ganaderos profesionales del noroeste zamorano que no sufren daños y que tienen al lobo como aliado de sus explotaciones, eliminando ungulados silvestres que pueden estar enfermos y evitando así la transmisión de enfermedades al ganado».