La mitad de los análisis llevados a cabo a los ciervos que están apareciendo muertos en el entorno de la Sierra de la Culebra y del embalse de Nuestra Señora de Agavanzal han dado positivo en enfermedad hemorrágica epizoótica y el resto de las pruebas se encuentran a la espera de resultados. Aunque la muestra no cubre el total de los animales que han aparecido muertos en la zona (se han analizado diez cadáveres según los datos proporcionados por la Delegación de la Junta en Zamora), los resultados si permiten comprobar que la enfermedad es la causante de la problemática surgida en la zona en las últimas semanas.
Con todo, el delegado de la Junta en Zamora, Fernando Prada, asegura que la aparición de ciervos en la zona se ha reducido en los últimos días, lo que vendría a indicar que el impacto de la enfermedad se estaría reduciendo. La semana pasada, los vecinos de la zona de Valparaíso hablaban de la aparición de más de un centenar de ciervos muertos a lo largo de mes de agosto, una cifra preocupante.
Por lo referente a la cabaña ganadera, apuntó la consejera de Agricultura hace escasas jornadas, «el año pasado hubo una mayor afección y eso ha generado una inmunidad», lo que ha animado, en todo caso, a los ganaderos a que vacunen a sus vacas. Ya hace un mes que los profesionales disponen de las dosis, pero algunas cooperativas como Cobadu y los propios particulares han apuntado en varias ocasiones que existen ciertas reticencias a la hora de pinchar en las explotaciones. Los ganaderos alegan incertidumbre en relación a los posibles efectos secundarios.
Más allá de este asunto, González Corral recordó que la Junta de Castilla y León ya sacó el año pasado una línea de ayudas por un importe cercano a los seis millones de euros y que el propio presidente autonómico, Alfonso Fernández Mañueco, confirmó hace unos días que esa cantidad se elevará hasta los diez millones en 2024. «No les vamos a dejar de lado», recalcó la consejera.