La consejera de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural de la Junta de Castilla y León, María González Corral, ha asegurado este viernes, en relación a los casos de enfermedad hemorrágica epizoótica (EHE) registrados en las últimas semanas, que «parece ser que la mortandad de los ciervos está disminuyendo a día de hoy». Eso, a pesar de las imágenes que se han podido ver en distintos puntos de la provincia, particularmente de Sanabria y La Carballeda, con la aparición de animales muertos o agonizantes en lugares cercanos a los ríos o a los embalses.
Concretamente, la semana pasada, los vecinos de la zona de Valparaíso hablaban de la aparición de más de un centenar de ciervos muertos a lo largo de mes de agosto, una cifra preocupante: «Es algo que estamos hablando con la Consejería de Medio Ambiente, competente en esta materia», ha apuntado González Corral, que ha subrayado que, en lo que tiene que ver con las ganaderías, el impacto de la EHE está siendo menor este año que en 2023.
«El año pasado hubo una mayor afección y eso ha generado una inmunidad», ha indicado la consejera, que ha animado, en todo caso, a los ganaderos a que vacunen a sus vacas. Ya hace un mes que los profesionales disponen de las dosis, pero algunas cooperativas como Cobadu y los propios particulares han apuntado en varias ocasiones que existen ciertas reticencias a la hora de pinchar en las explotaciones. Los ganaderos alegan incertidumbre en relación a los posibles efectos secundarios.
Más allá de este asunto, González Corral ha querido recordar que la Junta de Castilla y León ya sacó el año pasado una línea de ayudas por un importe cercano a los seis millones de euros y que el propio presidente autonómico, Alfonso Fernández Mañueco, confirmó hace unos días que esa cantidad se elevará hasta los diez millones en 2024. «No les vamos a dejar de lado», ha recalcado la consejera.