La Dirección Provincial de Educación ha puesto en marcha el Protocolo Antiacoso Escolar en el CEIP de Morales del Vino para confirmar el supuesto caso de «bullying» denunciado por la familia de una niña de sexto de Primaria. La Inspección de Educación de Zamora trabaja para identificar el posible caso de caso y lo estudia, según el protocolo, para «definir el conflicto y determinar si se trata de un caso de acoso escolar o si se trata de otras situaciones de conflicto en el entorno escolar y poder actuar en consecuencia».
Lo más urgente ahora, según ha podido saber este periódico, es establecer «medidas dirigidas a la víctima», como protección y acompañamiento, y a la supuesta agresora, «identificación y vigilancia». Se estudian cuestiones como la intencionalidad, repetición o el desequilibrio de poder entre ambas partes, situación que según la familia de la niña que denuncia los abusos quedaría acredita al tener su hija Trastorno de Deficit de Atención.
Aún no se han puesto sobre la mesa medidas pero estas podrían aplicarse ya la semana que viene. Según ha podido saber este periódico, el centro ha comunicado a la familia que se llevará a cabo una reestructuración de aulas para que las niñas no coincidan, al menos, durante los periodos de clase.
Es la respuesta de la administración educativa a la denuncia pública hecha por la familia de una niña del centro que, dice, lleva varios cursos sufriendo abusos por parte de una compañera. La familia pidió el año pasado que el centro cambiara a su hija de clase e hizo lo propio antes de que empezara el curso, petición de que momento no ha sido atendida. La familia, según ellos mismos indican, ha presentado informes psicológicos que atestiguarían que la niña está siendo víctima de acoso escolar.
Carta a los padres
Por su parte, el equipo directivo del centro se ha dirigido a las familias ante la publicación de las informaciones sobre este caso y asegura que la versión de la familia «no se atiene a la verdad» en lo relativo al «buen desempeño de los profesionales de nuestro centro». Los responsables de centro tachan el caso de «bulo» y muestran su «malestar y decepción ante este tipo de actuaciones, que solo provocan situaciones innecesarias e indeseables a toda la comunidad educativa».