El hilo de las fiestas ilegales que se celebraban en una finca de recreo cercana a Zamora después del cierre de los locales de ocio nocturno sirvió al equipo de la Guardia Civil para llegar hasta las profundidades de la Operación Salix, un plan que ha servido para desarmar un entramado dedicado, presuntamente, al tráfico de drogas y al blanqueo de capitales. Esa torre de supuesta delincuencia comenzó a derrumbarse en mayo y concluyó con las detenciones ya conocidas a mediados de agosto.
La Subdelegación del Gobierno ha remitido este miércoles la información correspondiente a un operativo que arrancó con la citada vigilancia de estas fiestas organizadas «para burlar la normativa sobre espectáculos públicos y actividades recreativas». Los agentes identificaron, ya en mayo, a la persona que realizaba las labores de vigilancia y control de accesos a la finca, alguien que también procedía a cobrar las entradas para poder acceder al recinto.
Una vez hechas las primeras pesquisas, los grupos policiales lograron identificar a numerosas personas que accedían a los citados eventos ilegales y confirmaron que allí se procedía a la venta de sustancias estupefacientes, a tenor de los resultados de los dispositivos establecidos.
Como consecuencia a las labores de investigación, y tras las sucesivas vigilancias, los agentes consiguieron determinar además la identidad del responsable y promotor de las actividades de hostelería y de ocio ilegales en la parcela rústica del término de Zamora. Ese hombre, conocido por ser el dueño de negocios en la zona, sería posteriormente el principal investigado en la Operación Salix.
Con esa información en la mano, y con el resto de los indicios recabados, la unidad solicitó al Juzgado número 4 de Zamora las oportunas medidas de investigación que permitieran añadir datos a la causa. Todo se preparó para que el 13 de agosto se procediera a los registros domiciliarios en Zamora, Montamarta y El Cubo del Vino, en una búsqueda que concluyó con la incautación de dos armas cortas, un revólver municionado de calibre 38 y una pistola automática calibre 6,35 mm. Las armas tenían el número de identificación borrado y aparecieron junto a grandes cantidades de dinero en efectivo, diversas cantidades de droga y un vehículo de alta gama.
Los detenidos
Una vez finalizados los registros, se procedió a la detención de cinco personas por supuestos delitos de tráfico de drogas y organización criminal, blanqueo de capitales y tenencia ilícita de armas. La Subdelegación del Gobierno ha confirmado que esta ha sido una de las operaciones de mayor envergadura desarrolladas por la Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de Zamora en los últimos años.
Ya después de los registros, se determinó también que el principal encausado se valía, supuestamente, de personas interpuestas relacionadas con su entorno para adquirir numerosos bienes, con el único fin de ocultar, al parecer, «el origen delictivo de los fondos necesarios para su adquisición». Gracias a las gestiones de la investigación se pudo detener a una sexta persona, acusada de un posible delito de blanqueo de capitales.
Las diligencias instruidas, objetos incautados y personas detenidas fueron puestos a disposición del Juzgado número 5 de Zamora en funciones de guardia, que decretó prisión provisional sin fianza para el principal investigado, así como para el colaborador más cercano, y decretó libertad con cargos para el resto de los detenidos.
Objetos aprehendidos en la operación
- 183 gramos de speed
- 35 pastillas de éxtasis
- Diversas cantidades de droga (marihuana, hachís, Cristal)
- 90.000 euros en billetes de diverso valor
- Un kilo de sustancias de corte (Cafeína)
- Dos armas cortas con número de serie borrado
- Una escopeta del calibre 12
- 2 carabinas de aire comprimido
- Básculas de precisión
- Útiles para la preparación y distribución de sustancias
- 4 Teléfonos Móviles
- Un vehículo de alta gama