En Zamora, la naturaleza es seña de identidad. Convertida en una provincia que hace gala de su patrimonio natural para convertirse en referente turístico dentro de este campo, la provincia explota sus grandes potencialidades para hacerse hueco en el mercado. El silencio, el cielo, las estrellas, el monte… y, desde hace unos años, el lobo. Zamora es referente para los turistas que buscan una experiencia ligada al avistamiento del cánido. No en vano, en Zamora, concretamente al norte del Duero y de forma muy especial en el entorno de la Sierra de la Culebra, se registra una de las mayores poblaciones de lobos de España.
En este contexto, el Centro del Lobo Ibérico “Félix Rodríguez de la Fuente”, ubicado en Robledo, es paradigma de lo que la provincia propone a los que apuestan por pasar unos días en ella. Un entorno que propicia el contacto directo con la naturaleza y que permite un conocimiento más directo del cánido, de sus costumbres, de los mitos y de las realidades que envuelven a una especie que siempre ha centrado la interés del humano.
“Estamos en una de las zonas con más densidad de población de lobos de toda Europa Occidental, así que tiene todo el sentido del mundo que el centro del lobo se encuentre aquí”, asegura Esther Marqués, una de las trabajadoras del Centro del Lobo. Zamora es, además, paradigma de la coexistencia entre el hombre y el lobo, no exenta de problemas en ciertos ámbitos (mención especial para la ganadería) pero exitosa en líneas generales. “Concretamente en Sanabria siempre se ha coexistido con el lobo, con buen resultado casi siempre, y es ejemplo de eso”.
El centro abrió sus puertas en el año 2015 y no ha parado de crecer desde entonces. A día de hoy, registra la visita de casi 300.000 personas desde que dio el pistoletazo de salida a la actividad, que ha sido ininterrumpida con la excepción del año 2020. “Recibimos gente de todos los puntos de España, mucha gente habituada a ver lobos y otros que ni siquiera se imaginan lo cerca que pueden llegar a verse estos animales aquí”. Y es que, realmente, los lobos se ven muy cerca. Después de un recorrido por el interior del recinto, el visitante accede a unos miradores y los cuidadores se encargan de que los cánidos se acerquen para poder ser contemplados a escasos metros mientras comen.
Se trata de una actividad, en suma, inicial para las personas que no estén acostumbradas a tratar con este tipo de animales y complementaria para el turista más experto, que también realiza rutas por la provincia de Zamora para intentar ver al lobo en libertad. “Hay sitios muy conocidos donde la gente va a ver lobos en libertad, pero hay épocas del año en las que recomendamos no ir, para no interferir en los ritmos de la especie. En estas épocas, nuestro centro coge especial interés”, asegura Esther Marqués.
«Aquí hay una población muy importante»
La Sierra de la Culebra, que lucha por recuperarse como atractivo turístico, tiene varios factores que la hacen uno de los puntos más interesante para la observación de la especie. No solo hay muchos animales, si no que están concentrados en determinados puntos y eso favorece encontrarlos. “Hay una población importante, además de bien conservada. El entorno es ideal, ofrece muchas presas salvajes y en unas pocas decenas de kilómetros cuadrados pueden vivir varias manadas de lobos”, apunta Marqués.
En el Centro del Lobo de Robledo los visitantes pueden familiarizarse en la actualidad con la actividad de hasta 14 lobos, once más de los existentes cuando abrió el centro. Para ellos hay seis hectáreas de terreno, suficiente habida cuenta de que no tienen que cazar, pero una extensión que tampoco permite ampliar en mucho el número de cánidos. Hay tres manadas. Del año 2011 son Sauron, Oscura y Clarita; Dakota y Atila son de 2012; Jara, de 2013; Robledo es un lobo de 2016; Llagu, Sanabria, Tera y Mancha nacieron en 2019 y Niebla, Luna y Félix llegaron al mundo en 2020. Esta es la última vez que se crió en el centro. Ahora, en época de celo (los lobos solo tienen un celo al año) los cuidadores separan a machos de hembras para evitar que la población siga expandiéndose.
Mucho más que ver en la comarca
El Centro del Lobo es además el punto de partida perfecto para iniciar un recorrido por Sanabria y por la mucha naturaleza que tiene que ofrecer. Mención especial para el Lago de Sanabria y el parque natural que le rodea, que alberga además un buen número de especies animales vinculadas a este medio. Destaca la presencia de la trucha, tan apreciada para la pesca deportiva como exquisita sobre el plato. Junto a la trucha, que en el Lago de Sanabria puede alcanzar dimensiones considerables y su carne adquiere un tono rosado que recuerda a la del salmón. Por lo que respecta a los mamíferos, son 41 las especies presentes: el escurridizo desmán de los Pirineos, varios mustélidos como la nutria, la marta e incluso el gato montés. Y sobrevuelan este Parque Natural 142 especies de aves, entre ellas rapaces diurnas como el águila real, el halcón abejero, el halcón peregrino, el arrendajo, la abubilla… La diversidad botánica de Sanabria comprende 1.500 especies vegetales, algunas únicas en la península.
Este reportaje es un contenido patrocinado por el Patronato de Turismo de Zamora