Al Mercado de Abastos le quedan dos días de actividad para cerrar, por un periodo de unos dos años, mientras se lleva a cabo la reforma del edificio. Los comerciantes del mercado bajarán la persiana el sábado 11 de mayo después de un mes que ha estado marcado por el continuo movimiento de cámaras, vitrinas y aparatos que han sido trasladados al edificio modular y temporal de la plaza de La Marina. La actividad en este enclave comenzará a lo largo de la semana que viene, posiblemente el miércoles, según asegura el concejal de Promoción Económica del Ayuntamiento de Zamora, David Gago.
El plan coordinado por el Consistorio ha salido, a falta de los últimos flecos, a la perfección. La mudanza, que en principio se planteaba con un periodo de inactividad de varias semanas, se ha conseguido llevar a cabo sin que sea necesario detener la venta por un periodo prolongado de tiempo. El lunes no se sirve género, por lo que ya era un día inhábil para muchos puestos del mercado, y el martes posiblemente se detendrá la actividad más por una cuestión de organización que por el hecho de que no se pueda trabajar.
Los plazos que se han ido dando se han cumplido también al dedillo. Desde el inicio de los trabajos en La Marina hasta el comienzo de la mudanza, pasando por el final del traslado, la logística esta vez sí ha funcionado. Es ahora tiempo de adjudicar las obras de reforma del edificio modernista a alguna de las empresas que han presentado oferta para que, a comienzos de verano, se puedan iniciar los trabajos, que tienen un plazo de ejecución de 18 meses y que conllevan una inversión millonaria por parte del Ayuntamiento capitalino.
El nuevo edificio
El nuevo mercado de abastos, cuyas fotos interiores ya difundió este periódico hace más de una semana, está prácticamente listo. Las cámaras frigoríficas y los expositores que serán utilizados por los comerciantes, los mismos que ya existían en el edificio modernista, ocupan ya su emplazamiento definitivo en La Marina.
El nuevo mercado es una edificación modular, de estructura metálica y cubierta textil. Mide 55,40 metros de largo y 15,60 metros de ancho (854 metros cuadrados), lo que proporciona, según indica el proyecto, espacio suficiente para los 25 industriales que se trasladarán a estas nuevas instalaciones. Hay dos filas laterales y una central, con un espacio libre a la entrada del edificio para tres o cuatro puestos de hortelanos, los que actualmente ocupan la marquesina exterior del actual mercado. Al mercado provisional se trasladarán carnicerías, pescaderías y fruterías.
La totalidad del edificio provisional dispone de climatización, ventilación y extracción de aire forzada desde el exterior, así como de una instalación eléctrica suficiente para el correcto funcionamiento de cada uno de los puestos. También existe una instalación de refrigeración para las cámaras solicitadas, según las necesidades de los industriales. Por lo tanto, el edificio tiene una potencia total capaz de soportar el funcionamiento de todo esto a la vez.