«¿Sois conscientes del cambio climático?» A bote pronto, la mayoría de los estudiantes del instituto de Fuentesaúco a los que se dirige esta pregunta dicen que no. Pero la respuesta cambia cuando se profundiza un poco. «¿No os habéis dado cuenta de que en invierno hay cada vez menos días de frío, que en verano hace mucho calor y que cuando llueve, lo hace por poco tiempo y muy fuerte?». Entonces los jóvenes empiezan a ser conscientes de lo que se les está preguntando. «Sí, lo notamos».
Los estudiantes del instituto saucano son los segundos en participar en el proyecto «Sin tiempo», puesto en marcha por Iberdrola en la Fundación Rei Afonso Henriques para concienciar a las nuevas generaciones acerca de la importancia del cambio climático. Su responsable es Alberto Alonso, encargado de formar a los asistentes y de conducir su participación en un «scape room» organizado también con la colaboración de la Junta de Castilla y León. «Muchas veces hemos dicho que los jóvenes son la generación del futuro, pero lo cierto es que son la generación del ya. Es importante empezar a concienciar y generar un modo de pensar colectivo basado en el respeto al medio ambiente», apunta Alonso. «Los jóvenes deben ser conscientes de que lo que hacen perjudica al resto, que el cambio climático es una realidad y que, cuanto antes empecemos a luchar contra él, mejores resultados habrá», razona Alonso.
La actividad está organizada en cinco fases y los estudiantes pierden un número determinado de minutos en cada una de ellas dependiendo del éxito a la hora de resolver las cuestiones. Asuntos que están siempre relacionados con el cambio climático, la biodiversidad, la economía circular, el uso del agua y una última prueba llamada «Energía Iberdrola». «Se trata de una actividad lúdico educativa en la que pueden participar diferentes centros de la capital y provincia y en la que se trata de generar una conciencia ecológica a través del juego».
Los participantes tienen que averiguar ciertas cuestiones a través de pistas que ponen a prueba su capacidad de concienciación y su compromiso con el medio ambiente a la vez que «les ayudan a descubrir lo importante que es cuidar el planeta», aseguran desde Iberdrola.
Hasta el momento han confirmado su asistencia siete centros y tres más están pendientes de dar el «sí» definitivo. Inauguró la iniciativa el Santísima Trinidad y después han acudido los alumnos de Fuentesaúco. Vendrán también chavales del IES Arribes, del IES Aliste, del San Vicente de Paul, del Tierra de Campos y del Río Duero. En total, participarán unos trescientos alumnos de Educación Secundaria Obligatoria «con el fin de advertir que la lucha contra el cambio climático es el reto más grande ante el que nos encontramos».
La conciencia de los jóvenes
Aunque los jóvenes sí que se muestran más receptivos a la hora de escuchar mensajes sobre el cambio climático, la realidad es que todavía queda trabajo por hacer. También entre los mayores, «que al final somos el ejemplo que los niños ven y los encargados de generar actitudes que promuevan el cuidado del medio ambiente. Cualquier pequeño gesto que podamos hacer los jóvenes lo van a imitar, y eso es algo en lo que trabajar», subraya Alberto Alonso.
La actividad, aunque centrada en los jóvenes, pretende también tener su impacto en los profesores que acuden a la FRAH, tan implicados en los acertijos como los propios chavales. «La educación ambiental», añade Alonso, «debe ser transversal, abarcar todas las materias y todas las edades».
«Programas que favorecen la sensibilización»
Estos programas, argumentan desde la empresa organizadora, «favorecen la sensibilización, la toma de conciencia, la formación y la acción en relación con el entorno, como estrategia de gestión y conservación de los recursos naturales». En la puesta de largo de la actividad, el responsable de Iberdrola en Castilla y León, Miguel Calvo, destacó que «la promoción de hábitos saludables y actitudes respetuosas con el medio ambiente deberán promover comportamientos proactivos, tanto hacia la mitigación y adaptación para el cambio climático como para el funcionamiento de los centros escolares de la provincia».
Y es que no hay duda de que los jóvenes son muchas veces un público complicado para determinadas cuestiones, pero su implicación en la lucha contra el cambio climático es fundamental para que la sociedad evolucione en este sentido. «Una forma como esta, entre lúdica y educativa, es la mejor manera de implicarles», asegura Alberto Alonso. «Sin Tiempo» está abierto a la participación de nuevos centros escolares. «Cuantos más, mejor».
Este reportaje es un contenido patrocinado por Iberdrola