Una tienda de muebles en la calle de la Costanilla. Mire por donde, que todavía quedan comercios de este tipo en el casco histórico de Zamora. «Pocos, pero resistimos». Y bien, además, porque Muebles Claudia es un fijo en el tejido comercial de Zamora desde el año 1890. Cuando el tatarabuelo de Juan Pascual García, el actual gerente del establecimiento, apostó por abrir un negocio dedicado a la decoración y al mueble en el hogar. «Zamora ha cambiado, ha cambiado la ciudad, la zona, y el sector, pero el espíritu que tenemos sigue siendo el mismo», apunta el joven empresario, quinta generación del negocio familiar.
La tienda comenzó ubicada en la plaza del Fresco durante un breve periodo y después cambió a la trasera del Ayuntamiento, justo enfrente de donde está ahora, en una casa unifamiliar que «sacaba los muebles a la calle». La Costanilla era entonces una zona de mucho tránsito de personas entre la estación, que estaba en la parte de abajo, y el mercado, en la de arriba. «Un trasiego constante», recuerda Pascual en palabras de sus antepasados.
¿Ha cambiado mucho la zona? «No veas», asegura el gerente de la tienda. «Antes el comercio era de otra manera, yo lo vi con mi padre. El trato era más cercano, más personal. Eso hay comercios que lo intentamos mantener, pero se está perdiendo. Por eso hay que defenderlo». Y es que Juan es, posiblemente, el empresario más joven de la zona. «El que se jubila», lamenta, «no suele tener relevo». Las tiendas cerradas son, lamentablemente, más que las abiertas. «El comercio es la vida de la ciudad, la vida de las calles, que estarían vacías si no es por las tiendas», reflexiona Pascual. «No es solo este, son todos».
Pero ahí aguantan unos pocos negocios que suelen coincidir en el mismo diagnóstico. «No se puede competir en cantidad ni en precio» con las grandes superficies, que fabrican sus productos en paquetes de a miles y que «tiran el precio» para captar clientela. «El negocio tradicional es otro. Nosotros ofrecemos más calidad y, sobre todo, un trato personalizado que no se encuentra en Internet». Porque, como asegura Juan, «describir una sentada en un sofá es imposible. Tienes que venir y verlo. Dejarte aconsejar porque intentamos dar el producto adecuado para cada persona».
El sector del mueble es uno de los que más cambios severos ha sufrido en los últimos años. El comercio online «tardó más en imponerse», pero al final lo ha hecho. «La gente encuentra de todo en Internet y esto no iba a ser una excepción». Para competir lo mejor es «tener algo distinto». Muebles Claudia cuenta incluso con un carpintero que hace «muebles a medida», un servicio «premium» con el que cuentan muy pocos comercios en Zamora. «Es nuestra línea más alta, pero es la que nos diferencia. La gente viene con una foto y nos da las medidas y tenemos un carpintero que te hace el mueble. Ahí marcamos la diferencia, es una pasada», añade el empresario.
Y es que estos negocios, reconoce Juan Pascual, han cambiado mucho en la última década y media. «Antes se fabricaba mucho producto en España, sobre todo en la Comunidad Valenciana. Con la crisis de 2008 entró en juego el material y la mano de obra asiática y eso nos ha llevado a una guerra más comercial, en la que parece que importa más el volumen que otra cosa». Un área que en Muebles Claudia «tocamos muy poco», reconoce el joven empresario. «No te puedes meter ahí, el mercado está saturado. Mira esta calle, hay más movimiento de paquetes de Amazon que de comercio tradicional», lamenta.
El casco antiguo, más difícil
Resistir con un comercio tradicional es complicado y hacerlo en pleno casco antiguo de la ciudad, más. Hay calles, como la Costanilla, que conocen los zamoranos pero que quedan «un poco al margen» del turismo y del «ir y venir diario» de la gente. «Aquí tienes que venir casi a nuestra tienda, porque esto ya no es zona de paso. La gente de San Lázaro o San José Obrero sube al centro por la calle de El Riego y no por aquí», asegura.
Así que el cliente es fundamentalmente «el zamorano que ya nos conoce» o «esa persona que viene de fuera y que sabe que estamos aquí». El cliente ocasional, reconoce Pascual, escasea, salvo en épocas como Semana Santa, «donde hay tanta gente en la calle que siempre pasa alguien y se fija en algún artículo de decoración». Mantener un comercio en la zona, reconoce el emprendedor, es «más difícil que hacerlo en otras calles con más paso».
La empresa valora solicitar el reconocimiento, que ya tienen otros comercios e industrias de la ciudad y provincia, por una trayectoria de más de cien años abiertos al púbico. «Tendríamos que hacer acopio de documentos para justificarlo, pero no lo descartamos. Al final, es un reconocimiento más, tanto a la tienda como a la labor de mis antepasados que la pusieron en marcha con gran esfuerzo», subraya Pascual.
Juan Pascual lleva el grueso del trabajo de la tienda, con la ayuda de una persona contratada que se encarga de la atención al público en algunos momentos de la jornada. «Al final aquí tienes que atender, hacer la contabilidad, ir a medir a las casas, montar… Hay una persona que viene para ayudarme a conciliar porque tengo una niña de dos años», añade el joven empresario. Quién sabe si será la sexta generación de Muebles Claudia.
Contenido patrocinado por la Concejalía de Promoción Económica del Ayuntamiento de Zamora