David García Montes lo dijo antes de empezar el debate: «Todos están en mi contra». Y efectivamente, el diputado de Vox tenía claro que sus 24 compañeros en la Diputación Provincial tenían la intención de votar a favor de las mociones presentadas en el Pleno de este viernes por Zamora Sí y por Izquierda Unida para reprender a su líder nacional, Santiago Abascal, por las palabras que había pronunciado sobre la Universidad de Salamanca en un foro internacional. En concreto, el dirigente de la ultraderecha española se había referido a la institución académica como «una máquina de censura, coacción, adoctrinamiento y antisemitismo».
Puestos en esta tesitura, García Montes optó por un argumento que no encontró la comprensión del resto: «El señor Abascal colocó a la USAL al mismo nivel que dos de las universidades más importantes del mundo», remarcó el diputado de Vox, que recordó que, en sus ataques contra la Universidad de Salamanca, su mandatario nacional también se había referido a los centros de Harvard y Bolonia: «Puso a la USAL en el candelero del más alto prestigio», recalcó el también alcalde de Roales.
Sin que tal explicación convenciera demasiado a los presentes, García Montes añadió un poco de leña al fuego contra la USAL, habló de «corrientes de adoctrinamiento», de la supresión por parte del ya exrector, Ricardo Rivero, de la asignatura de cirugía taurina y de responsables universitarios que «priorizan la ideología». Incluso, llegó a insinuar que Rivero podría haber dimitido para concurrir por el PSOE en las elecciones de junio al Parlamento Europeo.
Pero más allá de este análisis particular, el grueso de la intervención de García Montes se centró en expresar su enfado con Zamora Sí, con quien comparte espacio en el grupo mixto. El partido provincialista fue uno de los que presentó la moción contra Abascal en la Diputación, y ya había hecho lo propio en el Ayuntamiento de la capital, algo que molestó visiblemente al representante de Vox, que subrayó el «oportunismo político» de sus compañeros: «Desde que han llegado, no han hecho más que escupir a todo el mundo», advirtió.
Un queso para ilustrar el argumento
La realidad es que el responsable de Vox llevaba preparado el tema. Mediada la intervención, García Montes sacó una cuña de queso de una bolsa y la mostró a los presentes antes de pedir que se investigaran determinadas acciones organizadas por el anterior equipo de Gobierno. La «performance» venía a recordar el reparto promocional de pequeñas porciones de queso por parte de Zamora Sí durante la campaña electoral de las Elecciones Municipales, una llamativa forma de pedir el voto vinculada al éxito de Fromago durante el mandato de Francisco José Requejo al frente de la Diputación.
García Montes acusó a Zamora Sí de ser un partido «vacío», que «ya está muerto» tras la marcha de Requejo y que es «el tonto útil de la izquierda». Esa última frase no le gustó al portavoz del partido aludido, Eloy Tomé, que en un tono menos beligerante replicó que su formación «no es el tonto útil ni de la izquierda ni de la derecha». «Queremos luchar por la provincia, y desprestigiar y lapidar a la Universidad de Salamanca es algo que se cae por su propio peso», indicó el portavoz.
También quiso Tomé responder a eso de «partido muerto» y lo hizo con un recuerdo de los resultados municipales del año pasado, que fueron más satisfactorios para Zamora Sí que para Vox: «Y eso que presentarse por un partido propio es muy difícil y tiene unos costes mucho mayores».
Entretanto, mientras esta discusión se producía en la periferia de la sala, la portavoz de IU, Laura Rivera, se limitó a subrayar el apoyo a la USAL en el marco de la moción, lo mismo que Sandra Veleda por parte del PSOE, aunque esta última no pudo resistirse a señalar que el grupo mixto parecía «Pimpinella». Desde el equipo de Gobierno, Victor López de la Parte tampoco se extendió demasiado, pero sí tildó las palabras de Abascal de «barbaridad injustificable».
Ya en la segunda intervención, García Montes siguió por el mismo cauce y acusó también al PP de «tibieza» en determinados asuntos públicos. Tomé zanjó el asunto con un resumen de la situación: «Aquí somos 25 y tú eres el único que no vota a favor. Quizá eres el que está equivocado», le espetó al portavoz de Vox. El presidente, Javier Faúndez, cerró el debate: «No tenemos tibieza, pero las mociones están cargadas de razones. Esas declaraciones no deben repetirse».