La Junta de Castilla y León tratará la introducción del lince ibérico en la provincia de Zamora, que se llevará a cabo en la zona de los Cañones del Duero, con los ayuntamientos y con los vecinos de las localidades afectadas. Así lo ha comunicado hoy en Zamora Miguel Ángel Arranz, director general de Medio Natural. Una vez se han determinado las zonas en las que se introduciría el animal, que es el entorno zamorano cercano al río y la zona del Cerrato palentino, «el trabajo es ahora ver si los vecinos quieren que se introduzca la especie».
El lince, ha asegurado Arranz, «no es un animal conflictivo como el lobo», pero sí hay que saber las características de la especie. No interfiere con la caza y es afable con el hombre, ha asegurado el director general, que ha añadido que «los daños que produce son mínimos».
Hacer del lince «una especie viable»
Como ya informó este periódico tras recibir información del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF en sus siglas en inglés), la idea es que el lince sea una especie «viable» durante al menos 100 años «sin que haya problemas de endogamia» y que alcance al menos los 50 ejemplares en un territorio mínimo de 10.000 metros cuadrados. «Se miran temas como el peligro de las carreteras, posibles riesgos sanitarios, conflictos con el furtivismo y la propia percepción social», apuntaron las mismas fuentes.
Las sueltas siempre se realizan en febrero o en marzo para «imitar el comportamiento natural» del lince. Como el protocolo de análisis de la zona aún se aplicará durante un año, Zamora no recibiría los ejemplares hasta el invierno de 2025 si todo va bien, aunque desde WWF subrayan que, en el caso de que los cañones del Duero y el valle del Cerrato en Palencia pasaran el corte, lo más probable es que se empezara solamente por uno de ellos dentro de 15 meses y se dejara el otro territorio «para 2026 o 2027».