En el año 2012, Peleas de Abajo salía en las noticias. Era el pueblo con más deuda por habitante de España en el contexto de la segunda recesión en cuatro años. Con más de cinco millones a deber a Hacienda, proveedores y Seguridad Social, los 240 vecinos que Peleas de Abajo tenía entonces «tocaban» a más de 20.000 euros de deuda municipal. Un descalabro contable en toda regla que hizo que el pueblo fuera noticia nacional… e internacional. Ahora, más de una década después, Peleas de Abajo tiene las cuentas más saneadas. «Lo nuestro hemos sudado», asegura su alcalde, Félix Roncero. «Y a otros, en cambio, les quitan la deuda y ya está». En lo referente a las cuentas, Peleas de Abajo quiere ser Cataluña.
La situación del pueblo se desencaminó en la etapa de expansión inmobiliaria. Una serie de inversiones cuestionables y «una política de puro derroche» hicieron que el pueblo acabara en bancarrota. «Lo de la residencia influyó, sí, pero la cuestión aquí era otra. En Peleas había noches en las fiestas que tocaban dos o tres orquestas. En una misma noche. Había meriendas que venía la comarca entera y media Zamora», recuerda Roncero, alcalde desde 2011. De los 5,2 millones que llegó a haber en el «debe» ahora quedan unos 40.000 que se le adeudan a la Seguridad Social y aproximadamente medio millón a proveedores. «El resto lo hemos pagado con mucho esfuerzo».
Peleas de Abajo tuvo que hacer grandes esfuerzos. Despidió a personal municipal. El alcalde y los concejales dejaron de cobrar por asistencia al Pleno, y se redujo a media la jornada del alguacil. «Aquí, si se rompía una tubería, la arreglábamos los concejales». Se subieron los impuestos y tasas municipales para hacer frente a las obligaciones contables. En los tres primeros años del primer mandato, hasta 2014, Peleas no recibía «ni un duro de nadie. Todo estaba embargado».
La situación empieza a encauzarse entre los años 2015 y 2019. «Nos ayudó mucho Clara San Damián», entonces subdelegada del Gobierno en Zamora, recuerda Roncero. «Tuvimos muchos viajes a Madrid, muchas reuniones con el Ministerio de Hacienda, con Cristóbal Montoro». El Ayuntamiento consiguió aplazar parte de los pagos, eliminando así las obligaciones más acuciantes y volviendo a generar «un mínimo» de ingresos por parte de otras instituciones, principalmente la Diputación. Un «capote» de Hacienda permitió eliminar más de un millón de deuda generada solo en intereses, recuerda el alcalde.
Mención aparte para la residencia. La empresa que la regentaba la abandonó, haciéndose cargo primero el Ayuntamiento, que «no tenía un duro». Los residentes, vista la fama de Peleas de Abajo, se iban. «Aquí había más trabajadoras que ancianos». El Ayuntamiento cobraba la mensualidad de los internos, «lo primero era para los ancianos y lo segundo para las trabajadoras», asegura Roncero, que celebra que «logramos mantener el empleo» hasta que una empresa, Niño Jesús, se hizo cargo de las instalaciones. Aún hoy las mantiene.
El Pleno al completo vota por la condonación
En Peleas de Abajo el Pleno al completo ha votado a favor de pedir al Gobierno que les condone la deuda, «como ha hecho con Cataluña». Roncero ve la situación «injusta» porque «los que hemos trabajado para bajar la deuda y los que no han hecho nada, al final, estamos en las mismas. Por lo menos que nos condonen lo que todavía debemos«, asegura.
A favor de esta petición han votado los cinco concejales del PP y los dos del PSOE. En total, los siete del Pleno. «Pero es que aquí no hay política de partidos, todos miramos por el pueblo», asegura el alcalde. De hecho, los ediles del PSOE fueron compañeros del actual equipo de Gobierno en tiempos pasados, cuando se presentaron por listas de electores independientes. «Los siete que éramos antes somos los mismos que ahora. Antes en un partido y ahora en otro. Lo que nos importa es el pueblo, aquí no miramos los partidos», asegura el alcalde.