Los Reyes Magos no miran la cartera, tienen las ideas muy claras y, por si fuera poco, dan trabajo. La campaña de Navidad se cierra esta semana en las jugueterías de la ciudad, unos negocios que aprovechan los últimos días de la época de más tirón del año ampliando horarios, echando horas extras y llegando «hasta donde podemos» y «muchos días, un poco más».
Este año, en contra de lo que ha pasado en otros negocios, las jugueterías zamoranas (al menos las dos consultadas, Din y Don, en la calle de Santa Clara; y Toy Planet, en Federico Cantero Villamil) aseguran no haber notado la inflación en el nivel de ventas. Los juguetes, como todo, son más caros, pero los Reyes Magos «pasan una vez al año» y, en unas familias más que en otras, se muestran especialmente espléndidos en lo que refiere al desembolso realizado.
Una temporada fundamental
Pablo Alonso trabaja en Din y Don, en Santa Clara, y asegura que para el negocio la temporada de Navidad es «la parte más importante del año». No en vano, más del veinticinco por ciento de las ventas anuales de la juguetería se cierran en unas pocas semanas antes del día seis de enero, el más importante del calendario para ellos.
El negocio ha tenido que ampliar la plantilla y, a las cuatro personas contratadas durante todo el año se han sumado dos más a media jornada que ayudan con la jera de estos días. Más personal y, aún así, la gente se acumula, porque los últimos días antes de Reyes son «frenéticos».
Mismo caso en Toy Planet, donde María González hace un alto de unos minutos mientras sus compañeras cobran y envuelven a buen ritmo. «La Navidad es fundamental y, en concreto, la semana de antes de Reyes. La gente deja las compras para última hora y estos días son muy importantes» para la tienda, apostilla. Aquí también se ha contratado a dos personas para dar servicio al creciente número de clientes, unas incorporaciones que han doblado la plantilla habitual del negocio.
Locura por la Nancy de Aitana
Los Reyes Magos se dividen en dos clases: los que han sido previsores y los que han dejado la tarea para última hora. Y, si debajo del árbol debe haber una Nancy de Aitana el próximo sábado, más vale que hayan sido de los primeros. El muñeco es, coinciden las dos jugueterías, el más demandado de este año. «Se agotó hace mucho», apuntan los dos negocios. «Ahora ya es muy difícil de conseguir». Eso y el «Laboratorio de bolígrafos», otro de los juguetes estrella de la Navidad en Zamora.
Por lo demás, la tecnología juega un protagonismo creciente durante estas fechas, con muchos niños tentados por los juguetes más electrónicos. Y lejos de ahí, «lo de siempre». Este año llama la atención el regreso de la fiebre de los Furbys, juguetes que se pusieron de moda hace lustros, y de los «tamagochis», aquellas mascotas virtuales que tenían todos los niños que se criaron en los noventa. También triunfan los juegos de mesa. De hecho, en Toy Planet ya estaban agotados varios, entre ellos el parchís y el ajedrez. Aún queda esperanza.