Ocurrió a las 9.27 de la mañana del jueves 20 de diciembre de 1973. El Dodge 3700 GT que llevaba al presidente del Gobierno de España, Luis Carrero Blanco, por la calle Claudio Coello de Madrid voló por los aires tras una violentísima explosión. El coche cayó en la azotea de la Casa Profesa y el político franquista murió en el acto. Lo que acababa de suceder no era un accidente causado por el gas, sino un atentado cometido por la banda terrorista ETA: un magnicidio. Se acaban de cumplir 50 años de aquel hecho clave en la historia reciente del país.
El aniversario redondo ha dado lugar a nuevas revisiones de aquel atentado que sigue dejando algunos espacios a la elucubración y a la revisión de los sucesos y de los autores. Los medios de comunicación han vuelto a publicar artículos, e incluso televisiones de pago como Movistar se han movido para presentar sus propias novedades sobre el caso de Carrero Blanco. Esta plataforma en concreto estrenó este martes el último capítulo de «Matar al presidente» una miniserie de tres episodios que aborda el asesinato desde distintos prismas.
Entre los guionistas que han participado en este producto audiovisual se encuentra el zamorano Juan Manuel Gamazo, que también ha sido el montador de la serie y que ha ejercido como pieza clave dentro del equipo dirigido por Eulogio Romero. Con la referencia del libro «La CIA en España», de Alfredo Grimaldos, los creadores analizaron cintas desclasificadas, obtuvieron nuevos testimonios y le dieron forma al producto con el fin de «aunar todos los conocimientos que había sobre el caso de Carrero Blanco».
Todo esto se dice muy rápido, pero ha requerido un importante proceso de búsqueda: «La idea era que fuera todo demostrable», explica Gamazo, que señala el valor del equipo de investigación liderado por Paco Jiménez a la hora de recopilar unos datos a los que más tarde dieron forma los guionistas: «Tratamos de hacerlo atractivo y después hicimos las entrevistas, vimos cosas nuevas y volvimos a escribirlo», apostilla.
Puerta abierta a posibles conjeturas
Gamazo y sus compañeros han jugado con el arma de doble filo que representa la existencia de mucho material audiovisual y escrito, tanto documental como de ficción, del caso de Carrero: «Nos hemos centrado en juntar los hechos probados y en abrir la puerta a las posibles conjeturas. Hay mucha literatura y nosotros hemos bebido de distintas fuentes», analiza el guionista y montador.
Todo ello ha implicado «un año de trabajo» en el que Gamazo se ha «involucrado bastante» en esta historia: «He aprendido a ser muy riguroso», admite el profesional zamorano, que también ha extraído muchas conclusiones en torno al asesinato como tal: «Eso me lo quedo para mí. Es un tema muy complejo, con muchas aristas, y queremos que el documental hable por nosotros», matiza.
No en vano, el producto audiovisual incluye entrevistas a distintos personajes vinculados al caso: desde familiares hasta expolíticos, pasando por periodistas especializados y técnicos. Entre ellos aparece en pantalla un nieto de Carrero Blanco. Sus testimonios ayudan a reconstruir uno de los asesinatos más asentados en la memoria colectiva del país.
Proyectos para Rakuten y nuevos retos
Alejado ya del foco de esta historia, Gamazo continúa con una carrera profesional que le mantiene en proyectos de alto nivel. En estos momentos, se encuentra rematando un trabajo para Rakuten y ya tiene en mente otra aventura en la que volverá a embarcarse con Eulogio Romero.
El papel habitual de este zamorano en los proyectos es el de montador, más allá de que su especialización académica esté más vinculada al guion. Entre sus hitos previos destaca la participación en dos cortometrajes que obtuvieron el premio Goya en 2021 y 2022 respectivamente.