El proyecto Forgarero ya da frutos. Durante los días 29 y 30 de diciembre los municipios de Galende, Requejo y Robleda-Cervantes, los tres participantes en la iniciativa de gestión forestal, han acogido las charlas en las que se han presentado los primeros resultados del estudio previo que se está desarrollando en los tres municipios. Un estudio que ha permitido disponer de una visión global y detallada del arbolado y de las coberturas forestales de los tres municipios, «identificando la distribución de masas arboladas densas, semidensas y abiertas, así como las zonas de ribera». Forgarero, cabe recordar, es un proyecto impulsado en colaboración de los tres ayuntamientos para afrontar el problema común de la gestión del terreno forestal desde una perspectiva más amplia, coordinada y adaptada a la realidad del terreno.
El análisis del arbolado es una «herramienta clave para planificar la gestión forestal y la prevención de incendios, especialmente en un territorio marcado por el minifundio, donde existen numerosas parcelas pequeñas y muchos propietarios, lo que históricamente ha dificultado cualquier actuación coordinada», explicaron Olga González (directora de Forgarero) y Diego Rodríguez (técnico) durante las charlas. Una cuestión, la de la fragmentación, que Forgarero está ayudando a empezar a solucionar. En tres meses, 150 propietarios de terrenos se han interesado por participar en el proyecto, lo que supone «más de doscientas hectáreas privadas integradas ya en una gestión forestal conjunta». Una respuesta vecinal que «pone de manifiesto el interés por avanzar hacia un modelo de gestión más ordenado y sostenible, manteniendo siempre la propiedad individual de las fincas».
El proyecto ha sido pionero a la hora de plantear la creación de «perímetros de seguridad» en torno a los núcleos urbanos. «Estos perímetros, cuya ejecución está prevista para los próximos meses, buscan reducir la continuidad del combustible vegetal alrededor de los pueblos y mejorar la protección frente a incendios forestales», explican desde Forgarero. «Este enfoque», dicen, «cobra especial relevancia después de un verano duro en materia de incendios», periodo que ha puesto de nuevo de manifiesto la necesidad de «actuar de forma preventiva y planificada sobre el territorio».

En este sentido, ha cabido recordar que los municipios están aprobando ya ordenanzas relativas a la gestión forestal y que es de prever que se adopten «nuevas normativas orientadas a facilitar la gestión de las fincas y reforzar la prevención de incendios». Quedan ahora los nuevos pasos, que incluyen la redacción de un Plan de Aprovechamiento Forestal, la ejecución de los perímetros de seguridad y la realización de nuevas acciones de información y participación vecinal. En Semana Santa se presentarán nuevos avances con otra charla informativa.
Forgarero es un proyecto financiado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico orientado a mejorar la gestión del monte, reducir el riesgo de incendios y generar oportunidades de desarrollo en los pueblos.
