El quinto quinto tocó en la administración número cinco de Zamora, pero acababa en seis. Menos redondo, pero igualmente feliz para Laura Tola, la encargada de despachar diez décimos del 61.366 en su negocio de la calle Martínez Villergas de Zamora capital, al pie del Mercado de Abastos: «Es una serie y ninguno se ha devuelto, todos vendidos», celebra la lotera, «alucinada» ante el aluvión de micrófonos que empieza a rodearla.
«No se cuándo lo hemos vendido, está mirándolo Lucía en el programa de gestión que tenemos», señala la responsable del negocio mientras se gira hacia su compañera, que teclea risueña detrás de la ventanilla. No es para menos. Son 60.000 euros en total, 6.000 por décimo: «Como estaba casi todo el pescado vendido en el sorteo, pensaba que este año ya nada», concede Laura, antes de posar para las cámaras con el gesto de la victoria dibujado en las manos.
Esta administración ya había dado en 2022 parte de un cuarto premio, pero solo fue un décimo: «Diez personas ya es diferente», subraya la lotera, que recalca que los décimos se han vendido por ventanilla y que mantiene la ilusión de «llenar un barrio» con alguno de los premios. Aún queda sorteo. Y, si no, El Niño.
