En plena carrera electoral hacia los comicios de marzo en Castilla y León, los partidos aspiran a reforzar sus posiciones en los terrenos en los que se sienten fuertes y perciben la debilidad del contrario. En el caso del PSOE, la sensación es de comodidad propia y vulnerabilidad ajena en materia de igualdad, particularmente por la sombra de Vox, que planea sobre el Partido Popular. No en vano, estas políticas estuvieron siempre en el foco de la polémica mientras la ultraderecha compartió Consejo de Gobierno con el PP en la Junta (entre 2022 y 2024).
Con ese escenario como telón de fondo, el PSOE de Castilla y León ha organizado este jueves en Zamora un acto vinculado al 25N y llamado «Feminismo como respuesta. Por el cumplimiento del pacto de Estado contra la violencia de género en Castilla y León». La cita se ha convertido en una forma de reivindicar lo propio y de atacar al Gobierno de la comunidad, con la vallisoletana Ana Redondo, ministra de Igualdad, como estilete.

La propia representante del Ejecutivo ha intervenido en el acto para lamentar que el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, tenga «una forma de gobernar del siglo XIX» y que sea «un representante claro del machismo retrógrado» por su toma de decisiones. Además, ha destacado que «Castilla y León está a la cola» de España en materia de igualdad y ha ligado esa circunstancia a los «40 años de dictadura franquista junto a los 40 años de gobiernos del Partido Popular» en la comunidad.
Como ejemplo de lo que ocurre, Redondo ha señalado la negativa del Partido Popular a que los premios sobre la violencia de género lleven el nombre de Nevenka Fernández. «Se ha vetado y es algo insólito», ha lamentado la ministra, que ha recordado el caso y que ha unido esta circunstancia al hecho de que en Castilla y León falte una ley actualizada contra la violencia de género o una normativa particular para el colectivo LGTBI.
Las palabras de Martínez
En la misma línea, el secretario general del PSOE de Castilla y León, Carlos Martínez, ha lamentado que a Mañueco, «le temblaron las piernas» a la hora de actualizar las normativas de igualdad cuando él mismo le ofreció la posibilidad de llegar a un acuerdo. A juicio del socialista, el mandatario popular se echó atrás «para no cabrear a su socio preferente, que es Vox».
Para Martínez, se da una clara «desconexión» entre la Junta y las «necesidades reales» en materia de igualdad y de lucha contra la violencia de género. «La Junta no existe y Mañueco sigue en el diván porque pretende que estas políticas solo sean cosa de ayuntamientos y Gobierno», ha remachado.
