Madre, científica, profesora. Vive en Bragança. A través de los perfiles en las redes sociales se pueden conocer algunas circunstancias personales de la gente. En el caso de Isabel Ferreira (Nampula, Mozambique; 1974), esos cuatro datos de su propia cuenta revelan trayectoria y prioridades. Esta mujer, que solo vivió once meses en África antes de trasladarse a Portugal, es la nueva presidenta de la Cámara Municipal de Bragança. Pertenece al Partido Socialista, que ha retornado al poder 28 años después en la capital de distrito más cercana a Zamora. Lo ha hecho de la mano de una bioquímica que se lanzó a la política para ser secretaria de Estado de valorización del interior y de desarrollo regional en los gobiernos de António Costa, y que ahora encara un nuevo desafío desde lo local. De eso y de la relación con esta parte de España habla en una entrevista realizada el 18 de noviembre en la Fundación Rei Afonso Henriques.
– El color político de la Cámara Municipal de Bragança ha cambiado 28 años después. ¿Qué va a aportar Isabel Ferreira a la gestión?
– Una visión diferente de cómo desarrollar Bragança. Será el resultado de una estrategia y de una planificación que tuvimos tiempo de compartir con todos en el periodo preelectoral. Nosotros planteamos el desarrollo de la ciudad y de las aldeas en torno a tres ejes fundamentales: el primero, las personas y la sociedad. Hay que ver cómo somos capaces de fijar población. El segundo eje es economía y empleo, que en el fondo es la respuesta para el primero. Necesitamos oportunidades. Y la tercera dimensión es el medio ambiente y el territorio. Hay que reflexionar sobre los servicios y la sostenibilidad. Para todo eso traigo conmigo experiencia de Gobierno en el desarrollo regional y en los fondos europeos. Como secretaria de Estado, tuve la oportunidad de negociar el cuadro comunitario que ahora está en marcha, y eso es importante. Para conseguir implementar nuestras ideas necesitamos recursos materiales, humanos y financieros. Hace falta un plan transparente y cercano, y una experiencia para implementar las políticas en todos los ámbitos.
– En el desarrollo de los territorios, también tienen mucha importancia las infraestructuras. En el debate principal de la campaña, usted habló mucho de la carretera Bragança – Puebla y de su financiación. ¿Cuál es la situación ahora?
– En lo que tiene que ver con las conexiones transfronterizas por carretera, son muy importantes dos que yo quería destacar: una es la unión de Bragança con Zamora vía Quintanilha, que en el lado portugués está hecha y, por tanto, falta la inversión del lado español. Espero que avance. Por lo menos, tengo conocimiento de que la declaración de impacto ambiental está aprobada. Es muy importante que se haga. Castilla y León encara el mismo reto que nosotros, que es la despoblación y ahí es importante la movilidad. Por otro lado, tenemos la conexión Bragança – Puebla de Sanabria. Se pusieron a disposición 29 millones de euros del programa de recuperación y resiliencia portugués para esta carretera. Todavía fue en los tiempos en los que yo era secretaria de Estado. Pero infelizmente no hubo evolución en esa obra y ahora el programa de recuperación está terminando, así que la financiación queda condenada. Eso quiere decir que tenemos que encontrar otras fuentes de financiación alternativas. Pero es muy importante que se haga esta carretera y haré todo para que sea una realidad. Pienso que no será difícil, una vez hay un compromiso ya asumido por varios gobiernos, incluido el actual.

– Pero los plazos de los que se hablaba ya no son válidos.
– No, esos plazos no. Yo fui alertando de esto durante el periodo preelectoral. Es imposible por los tiempos del plan de recuperación. Por tanto, ahora contamos con lo que dice el primer ministro portugués, que fue en la línea de garantizar la financiación para esta carretera independientemente del plan de recuperación.
– Zamora también tiene esperanza en la situación ferroviaria, en la conexión entre Bragança y Sanabria. ¿Esta es una expectativa realista en relación a los planes del Gobierno de Portugal?
– Las conexiones ferroviarias son muy importantes para Bragança. La ausencia de inversión durante décadas aisló al territorio de Tras-os-Montes. Nosotros vemos que las personas que viven en el litoral, donde sí hay conexiones ferroviarias, tienen otro tipo de acceso a la movilidad, e incluso de una forma económica. Existe un pase ferroviario verde, que es una excelente medida y que hace accesible el tren a quien lo utiliza. Claro que tiene un coste a nivel público, pero en territorios como Bragança no tiene impacto porque no existe infraestructura ferroviaria. Por eso diría que lo más importante es garantizar que el plan ferroviario nacional se cumple y que el tren llega a todas las capitales de distrito, incluida Bragança. Y después pensar en conexiones europeas, especialmente transfronterizas, como es el caso de la de Zamora. Yo siempre defenderé eso, pero todavía falta un camino para llegar ahí. Lo que queremos es garantizar la inversión nacional.
– Primero, la conexión Porto – Vila Real – Bragança.
– Exactamente. Porto – Vila Real – Bragança – Zamora sería la conexión perfecta.
– El aeropuerto de Bragança es el más cercano para una parte de la provincia de Zamora. ¿Hay previsión de ampliar su actividad?
– En este momento, mi principal preocupación es mejorar las condiciones del aeródromo. Tengo dudas en relación a la cuestión del aeropuerto. En España tienen ejemplos de varios aeropuertos regionales que están infrautilizados. Ante esto, mi prioridad será mejorar el aeródromo, las condiciones de trabajo de quienes están allí y también la infraestructura física y la actividad económica que pueda surgir en relación con esto. Haremos ahora una intervención con fondos europeos desde esa lógica. Ya después, si hubiera condiciones de implementar lo que está previsto en el plan director, que contempla una inversión de 34 millones de euros en ocho fases, lo haremos. Pero primero el compromiso es mejorar la infraestructura actual.
– En lo que tiene que ver con la cooperación transfronteriza y las instituciones, ¿cuál tiene que ser la relación entre la presidenta de la Cámara de Bragança, el presidente de la Diputación y el alcalde de Zamora?
– Mi experiencia en el Gobierno, precisamente con la responsabilidad de la cooperación con España, me hace tener una certeza y una convicción absoluta: nada sucederá si no hay implicación y colaboración de todos los actores que mencionó. Mi disponibilidad para colaborar con la Diputación y con el alcalde es total. Ahí todos tenemos que ganar, porque tenemos los mismos desafíos. Hablábamos hace poco del desafío demográfico, pero también hay otros. Por encima de todo, nosotros somos ciudadanos europeos comprometidos con las metas europeas, no solo desde el punto de vista demográfico, también social y ambiental. Son desafíos que debemos enfrentar en conjunto. En lo que respecta a la colaboración Bragança – Zamora, hay muchos proyectos importantes, aparte de las infraestructuras de las que ya hablamos. Me refiero al nivel empresarial, cultural y también a la ciencia y la tecnología. El Politécnico de Bragança ya colabora con Zamora y con la Universidad de Salamanca, pero es importante crear cooperación cultural, empresarial y económica. Hay que ver cómo nuestros empresarios pueden tener un mercado mayor. Si miramos hacia el territorio de una forma integrada, las oportunidades de negocio son más grandes, básicamente porque el potencial número de clientes es mayor.

– La relación entre Castilla y León y la zona de Tras-os-Montes todavía no es igual que entre otros territorios transfronterizos. ¿Por qué sucede y cómo se puede cambiar eso?
– La verdad es que existe una agrupación europea de cooperación ya aprobada, pero no funciona, lo tengo que decir con toda franqueza. También, una vez más, desde esa responsabilidad que tuve en el Gobierno, que me permitió comparar. El Norte de Portugal y Galicia es el mejor ejemplo que tenemos en ambos lados desde el punto de vista cultural y económico. Aquí siempre parece haber habido alguna dificultad con la comunidad de Castilla y León. Pero organizaciones como la Fundación Rei Afonso Henriques pueden ayudar a avanzar en estas dinámicas de cooperación. ¿Cómo se hace? Por lo menos ya tenemos una estrategia de especialización inteligente conjunta, que no había. Hablamos de una RIS3 que es importante para definir los sectores económicos por los que queremos apostar. Por ejemplo, el sector agroalimentario o el del turismo. Esto, de una forma más macro. Y después, dentro de la RIS3, tenemos que ver en particular cómo pueden concretar más esta estrategia Bragança y Zamora. No me he reunido formalmente todavía con mis interlocutores, aunque sí he intercambiado mensajes, pero tenemos que vernos para definir estrategias más enfocadas al territorio.
