El presidente de la Diputación de Zamora, Javier Faúndez, ha anunciado este jueves el frenazo a la esperada disolución del consorcio de bomberos de la provincia. El mandatario alistano ha culpado directamente a los representantes de UGT en la negociación de este cambio de última hora, les ha acusado de «ambición desmedida» y ha subrayado que «todo tiene un límite». Además, el político ha confirmado que la decisión es firme y que los trabajadores no pasarán a ser parte de la plantilla de la Diputación en 2026, como se había planificado.
Conviene recordar que, para acometer cambios de esta índole, es precisa la unanimidad en los miembros de la mesa de negociación. Ese acuerdo parecía atado, pero Faúndez ha explicado que UGT remitió una propuesta con nuevas exigencias unos minutos antes de las siete de la tarde del miércoles y que eso lo cambió todo. Para la Diputación, tales peticiones resultan inasumibles, tal y como se ha constatado en una nueva reunión celebrada ya este 6 de noviembre. No habrá fumata blanca.
Faúndez ha contado todo esto, visiblemente molesto, en una comparecencia que ha tenido lugar en Ifeza y que ya estaba prevista para presentar nuevos vehículos y equipamiento para los bomberos. Esas adquisiciones han pasado a un segundo plano ante la nueva polémica, que viene a terminar con la buena sintonía previa. Cabe subrayar que, al comienzo del mandato, se había fijado un decálogo de objetivos comunes que se había ido cumpliendo según lo pactado. Ahora, el punto más relevante desde el punto de vista administrativo se quedará sin cumplir.
«Todo es por la postura de UGT», ha insistido Faúndez, que ha hablado de 23 reuniones en dos años para encauzar la situación y que ha lamentado el esfuerzo vano de su gente y el suyo propio: «Hemos dado todos los pasos para llegar a lo que nos pedían y para que el personal del consorcio pasara a ser de la Diputación», ha asegurado el presidente provincial, que ha aclarado que los salarios se iban a mantener y que los refuerzos iban a pasar de «300 y pico euros a 575 para los bomberos y 625 para los cabos».
«Ellos nos plantean ahora una subida extra de los complementos específicos, cuando ya son los más altos de Castilla y León quitando a Segovia«, ha recalcado Faúndez, que ha expresado repetidamente su «estupor» y su «decepción» por lo acontecido: «Todo el mundo aspira a cobrar más, pero un bombero provincial gana, recién sacada la plaza, 1.853 euros líquidos, aparte de los refuerzos voluntarios que pueden subir las nóminas cerca de los 3.000 al mes», ha revelado el presidente de la Diputación, que ha valorado el trabajo de los bomberos, pero que ha recordado que «trabajan un día y descansan cuatro». «Todo en la vida tiene un límite», ha advertido.
Ahí, Faúndez ha vuelto a citar la subida que se había acordado para los refuerzos y ha señalado que su hijo, nefrólogo de profesión, «no gana eso por guardia y también salva vidas». «En la Diputación no solo hay bomberos, tenemos otros 420 trabajadores», ha remarcado el mandatario provincial, que ha recordado que los bomberos, por su cuadrante, pueden tener «segundos y terceros trabajos» y que el equipo de Gobierno «nunca se ha metido en eso».
«Veo una ambición desmedida por parte de UGT o, lo que es peor, unos intereses oscuros. En todo caso, son ellos los que tendrán que dar explicaciones», ha deslizado Faúndez, que ha repasado las inversiones acometidas para mejorar el servicio y que ha recalcado que la tarea de cara al ciudadano seguirá prestándose en las condiciones en las que estaba, con el añadido de los futuros parques que se abrirán en Toro y en Requejo.
