Zamora Sí lleva las deficiencias detectadas en la obra de la avenida de Cardenal Cisneros al Defensor del Pueblo y al Procurador del Común y pide que se investiguen «posibles vulneraciones» de la normativa de accesibilidad en la obra de humanización que se ha llevado a cabo durante los últimos meses. El partido centra la crítica en el carril bici pintado en la acera, «sin separación física ni táctil, una solución que impide a las personas con discapacidad visual destinguir entre las dos áreas de paso».
Asegura Eloy Tomé que la normativa indica que «los itinerarios peatonales deben ser plenamente accesibles y contar con pavimentos diferenciados que garanticen la seguridad de los peatones». “Lo que se ha hecho en Cardenal Cisneros incumple este principio básico. No se trata de una opinión, sino de una cuestión técnica y legal”, señala Eloy Tomé, quien insiste en que la obra «debería haberse revisado antes de su finalización para evitar estos errores que ahora son difíciles de corregir».
Zamora Sí pide que ambas instituciones verifiquen si las obras cuentan con los requisitos de accesibilidad y seguridad y, en caso contrario, insten al Ayuntamiento y al Ministerio a solucionar las cuestiones que se precisen antes de formalizar la entrega de las obras. “Llevamos meses avisando de que esto no se ha hecho bien y no se ha corregido», ratifican desde el partido.
Por su parte, la concejala Rocío Ferrero destaca que «no puede justificarse una actuación urbana que limita la movilidad y la seguridad de los peatones. Se trata de planificar la ciudad pensando en las personas. Las intervenciones deben hacerse con rigor, sentido común y respetando las normas que garantizan la accesibilidad para todos”.
Tomé añade que falta autocrítica en el equipo de Gobierno: «Se da por buena una obra sin comprobar si cumple la ley, y eso demuestra una falta de exigencia preocupante».
