La comarca de Tierra de Alba lleva «dos o tres meses» sin gasolinera. Así lo aseguró este domingo el alcalde de Carbajales, Roberto Fuentes, que apuntó que Cepsa «entendía que no era rentable tener la estación abierta» en su municipio en las condiciones en las que estaba, «con una persona contratada a jornada completa».
De este modo, la escasa rentabilidad para la empresa provocó el cierre definitivo de un servicio que era único en el entorno. Ahora, los vecinos de la cabecera comarcal tienen que desplazarse a por combustible «a Zamora, a Tábara o a Montamarta», según el alcalde. Es decir, a 25 minutos en coche, en el mejor de los casos.
Fuentes admite que la gente del pueblo y de los alrededores «se ha tomado mal» este desenlace: «La gasolinera es como un comercio o un bar; hablamos de un bien común que se utiliza todos los días», argumenta el alcalde, que ya tiene en mente alguna posible alternativa para tratar de solucionar el problema.
Búsqueda de empresa
El contrato antiguo firmado por Cepsa indicaba que las instalaciones deben revertir ahora al Ayuntamiento de Carbajales, que lleva unas semanas «buscando una empresa» para reabrir la gasolinera y evitar desplazamientos incómodos a sus vecinos y a los del resto de la zona de Alba.
Fuentes asegura que «está todo adelantado», pero apunta que no se atreve a dar plazos: «Este es un proceso complejo todavía, pero es cuestión de hablar con la empresa», insiste el alcalde, que ya ha mantenido conversaciones con un negocio en concreto para acelerar el proceso.
Aún así, de cara a la hipotética reapertura, «habría que meter máquinas» y cumplimentar una tramitación que, como mínimo por unos meses, dejará a todo el entorno con un problema más que añadir a la lista de dificultades para sobrevivir en los pueblos: toca hacer kilómetros para llenar el depósito.