101 Bienes de Interés Cultural, once de ellos en la provincia de Zamora, serán «monitorizados» en tiempo real por la compañía Telefónica gracias a un contrato suscrito por la Consejería de Cultura de la Junta de Castilla y León y que supondrá a las arcas públicas un desembolso de unos dos millones de euros. En Zamora son bienes receptores de las actividades que regula el contrato la iglesia de la Transfiguración (San Salvador del Palazuelo), la de Santa María del Río (Castroverde de Campos), la iglesia de La Hiniesta, la de la Asunción de Mombuey, la de Santa maría del Azogue en Puebla de Sanabria, la muralla de Puebla, el Palacio Episcopal de Zamora, las ruinas de Santa María de Moreruela, la Villa Romana de Camarzana de Tera y Los Castros y el Valcuebo en Villalazán.
Esta iniciativa, impulsada por la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte dentro del programa Redes Territoriales de Especialización Tecnológica (RETECH), cuenta con financiación de la Unión Europea a través del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia y los fondos Next Generation.
El proyecto, llamado Knowledge Heritage Network (KHN), incluye la instalación, conexión y mantenimiento de sensores en distintos edificios patrimoniales. Estos dispositivos recopilarán información en tiempo real sobre aspectos como su conservación o el grado de uso turístico. Los sensores registrarán variables del entorno —temperatura, luminosidad, humedad o movimiento—, cuyos datos serán analizados en la plataforma inteligente Thinking City de Telefónica. Además, el sistema podrá enviar órdenes mediante “actuadores” que ejecutan acciones automáticas en los inmuebles, como ajustar la iluminación, apagar la calefacción o subir y bajar persianas. Esta monitorización en tiempo real es fundamental para garantizar la conservación, la seguridad, la eficiencia energética y la adecuada gestión turística de los bienes culturales.
El proyecto se llevará a cabo en varias etapas. En la primera, dedicada al diseño técnico y la selección de sensores, arquitectos y especialistas en sensórica determinarán la solución más adecuada para cada bien patrimonial. En la segunda fase, se realizará la instalación de los sensores y equipos, así como la monitorización e integración de los datos en la plataforma Territorio Rural Inteligente. Finalmente, en una tercera etapa, se llevará a cabo el mantenimiento preventivo de los bienes de Interés Cultural (BIC).
Básicamente, se trata de apoyar la asimilación y aprovechamiento del potencial de las nuevas tecnologías y herramientas digitales en un ámbito (el patrimonio cultural), hasta el momento, poco permeable a ellas. El proyecto contempla la aplicación de variadas tecnologías disruptivas e innovadoras. Entre ellas, el modelado BIM (Building Information Modeling) de edificios, los sistemas de ‘facility management’, la sensorizacion y monitorización en tiempo real de BIC, el desarrollo de una plataforma de captación de datos e interpretación, la creación o potenciación de una red de laboratorios inteligentes de patrimonio cultural (SmartLabs), el desarrollo de simulaciones a través de Gemelos Digitales, los ensayos experimentales de nuevas técnicas de conservación, la generación de Inteligencia Artificial para la transformación y tratamiento de datos, las herramientas de análisis inteligente de estadísticas, gestión Inteligente de iniciativas turísticas o la gestión automatizada de visitas y apertura de monumentos.