En medio de dos de las zonas más despobladas en este lado de Europa, una asociación gestionada por ciudadanos portugueses y españoles aún pelea por crear «una masa crítica» y por impulsar la cooperación transfronteriza para combatir la despoblación y revitalizar económicamente las comarcas: «Esa relación mutua es la tabla de salvación para los dos lados de La Raya», asegura Francisco Alves. Este vecino luso es el presidente de un colectivo que lleva por nombre Rionor y que este sábado celebró en Bragança una de sus «veladas rayanas» para festejar «diez años de participación cívica».
«Cuando miramos hacia atrás, vemos que hemos conseguido hacer un camino», defiende Alves, que explica que la iniciativa surgió en el lado portugués «con el objetivo de rejuvenecer Tras-os-Montes» y que se extendió a Zamora desde la óptica de que los ciudadanos deben «dedicar horas de su día» a contribuir al impulso de dos territorios con problemas similares y con una oportunidad de avance común. «Los retos son los mismos»; asegura.
Para Alves, tanto los vecinos de España como los de Portugal pecan, también en conjunto, de «dejárselo todo a los políticos», con la mala suerte, en este caso, de que «la parte de Tras-os-Montes y de Castilla y León es la frontera con menos cooperación que existe». «No nos gustan los fatalismos, pero es así», defiende el presidente de Rionor, que pone como ejemplo la mala conexión entre Bragança y Puebla: «Hay una carretera por la que no puede pasar ni un autobús».
«Los vecinos de España y Portugal se lo dejan todo a los políticos»
Francisco Alves
Esta carencia en las ligaciones por carretera «dificulta» un trabajo mutuo que sí se da entre las zonas del norte de Portugal y Galicia: «En Castilla y León, no siquiera llegan los fondos Interreg a las provincias de frontera», recuerda Alves, que aboga por «la ciudadanía y la participación» como recursos para lograr que la prosperidad que se percibe en otras fronteras europeas llegue también a esta.
«Aprendimos muchísimo de los ancianos de los pueblos y sabemos que es necesario revitalizar la relación y conectar con España», abunda el presidente de Rionor, que ve igualmente en el proyecto del AVE Oporto – Madrid una nueva oportunidad para estas comarcas. En el marco actual se está discutiendo si el trazado puede pasar por Bragança y Zamora o si se desvía más hacia el sur.
La plataforma «para luchar»
Para Alves, solo va a haber oportunidades de éxito si «los ciudadanos y los políticos se implican». «Hay que hacer una plataforma con Zamora para luchar; las cosas no caen del cielo», avisa el responsable del colectivo, que resume así la trayectoria que lleva Rionor hasta la fecha: «Todo lo que hemos hecho ha valido la pena, pero no hemos resuelto el problema».
Mientras la solución llega, los políticos, los miembros de la asociación y los amigos del colectivo se conjuraron nuevamente en Bragança para celebrar la unión y para mantener viva la llama de una iniciativa que sigue convencida de que estos territorios solo tienen un camino y que es el mismo para ambos.