Más de veinte de las sesenta bodegas inscritas en la Denominación de Origen Toro han comenzado ya una campaña de vendimia en la que el calor y la falta de agua de los meses de verano han afectado al fruto. El otoño y el invierno fueron buenos para los procesos iniciales de la uva y no tanto el verano, como asegura Felipe Nalda, presidente del Consejo Regulador de la DO Toro. «Afortunadamente, el viñedo hizo bodega en el subsuelo y ha podido tirar de eso, pero está notando el estrés hídrico» de un julio y un agosto secos y, en el segundo caso, extremadamente cálido.
Las bajas temperaturas de la semanas pasada dieron un respiro y preocupan ahora los próximos días, cuando se anuncian de nuevo temperaturas más propias de pleno verano que de la segunda quincena del mes de septiembre. «Nos ha faltado ese empuje que da el agua a última hora para hacer toda la transformación del ácido de la uva en azúcar. Se ha producido una maduración, digamos, imperfecta», resume Nalda.
«El fruto que se está viendo ahora es más pequeño de lo esperado», apuntan desde el Consejo Regulador. «Pesa menos. Venía bien y se ven signos de que, aunque estaba sano, no le han sentado bien las últimas semanas». No hay grandes problemas de salud del fruto salvo por el mildiu, que no se localizaba en casi ninguna viña hace unos días y que ahora ha empezado a aparecer. «Nada preocupante ni generalizado», apostilla Nalda, pero existe.
En el caso de la tinta de Toro, quedan aún unos días para que la campaña empiece de forma generalizada, aunque la recolección ya está en marcha con el arranque de las bodegas más grandes, las que más kilos meten a la Denominación de Origen. Desde finales de agosto y hasta ahora la vendimia ha sido fundamentalmente de las variedades minoritarias, el moscatel de grano menudo y el albillo real. «Ahora ya ha comenzado la vendimia de las variedades de blanco más mayoritarias», el verdejo y la malvasía castellana. «A finales de semana creemos que estarán ya vendimiando prácticamente todas las bodegas».
La producción prevista viene a ser la misma que en cuando en agosto el Consejo Regulador emitió su informe de previsiones. Se habló entonces de 22 millones de kilos con previsiones de poder llegar a 24, pero si lo que se está viendo con el tamaño del fruto se generaliza, es complicado que se alcancen estas previsiones. Con todo, la Denominación de Origen espera una campaña que esté en la línea de los últimos años y unos datos mejores que los de la campaña de 2024, cuando se registraron 19,7 millones de kilos según los datos de la propia DO, con 18,5 millones de Tinta de Toro, alrededor de un millón repartido entre verdejo y malvasía y producciones más pequeñas de garnacha, albillo real y moscatel de grano menudo.
El pasado fue el primer año desde el 2019 en el que Denominación de Origen registró menos de veinte millones de kilos en las bodegas. En 2022, de este periodo, ha sido el ejercicio más producido, con 24,6 millones de kilos, unas cifras que difícilmente se repetirán en este 2025.