En un lugar que parece abandonado, allá por Aliste y al pie de la vía del tren, está en ciernes el sueño de un hombre que emigró, como casi todos, y que 40 años después aspira a volver para crear un negocio en uno de los rincones de su infancia. De su mano, la antigua estación de Abejera se convertirá en un hotel. Se trata de un proyecto que costará más de tres millones y que podría estar culminado en 2026, si los plazos marchan como está previsto.
Su promotor es Sabino Casado, un empresario del sector hostelero instalado desde hace décadas en Madrid y arraigado a la tierra que le vio nacer: «El proyecto está en tramitación», explica este alistano, que contará, en acuerdo con Adif, con una parcela de 18.000 metros para desarrollar su idea y que ahora está en la fase de resolver problemas. Por ejemplo, con el tendido eléctrico, el último de los asuntos que ha tenido que ir encarando».
«Este es un proyecto largo, pero chulo. Me fui joven y me hace ilusión», aclara Casado, que deja patente que «la estación de piedra se va a mantener tal cual», más allá de las evidentes reformas que necesita, y que lo mismo sucederá con el almacén: «Lo que tendremos que hacer de cero es la casa de los ferroviarios», matiza. No en vano, las edificaciones empezaron a funcionar a principios de los 50 y hace ya tiempo que quedaron en desuso.
Mantener la esencia
Si uno se da un paseo por el entorno, vera una construcción llamativa, de las más particulares dentro del patrimonio ferroviario de la provincia, pero completamente arrasada por dentro. «Nuestra idea es guardar la esencia en la medida de lo posible e intentar rehabilitar el edificio para que esto sea un hotel de lujo, pero también de campo», matiza Sabino Casado, que tiene la idea de utilizar una de las zonas de la parcela para crear un espacio para eventos, congresos o bodas.
«Mi idea es que la gente de Madrid busca ahora otras cosas a la hora de hacer turismo. Muchas veces, se trata de ir donde no ha ido nadie y encontrar un sitio para descansar, escribir o meditar», justifica el promotor del proyecto, que ve su futuro hotel como un lugar idóneo para «estancias de tres días» con el colaborador necesario del AVE tanto desde Zamora como desde Sanabria Alta Velocidad.
Ahora bien, para que la gente vaya «hay que hacer algo muy bonito, muy bien hecho y con mucha dedicación», reconoce Casado, que considera que la «esencia de la estación ferroviaria» aporta «un valor añadido» a la iniciativa. «Yo le dedico tiempo a las cosas y creo en esto», subraya.
En cuanto al nombre, la idea es que el hotel se llame Sabina, como la madre del promotor. «Pensamos en el primer semestre de 2026 para la apertura. Creo que por ahí iremos bien», afirma el responsable de este nuevo complejo para Zamora y para Aliste que, en principio, contará con 27 habitaciones en los tres edificios de los que dispondrá. Casado se marchó en el año 84, pero ya tiene billete de vuelta.