21 días de incendios, que en realidad han sido más porque desde entonces se han registrado varios focos en distintos puntos de la provincia. 10.000 hectáreas quemadas, solo en la provincia de Zamora, en el incendio de Molezuelas. 6.500 hectáreas arrasadas en el incendio declarado el 11 de agosto en Puercas. 12.600 hectáreas quemadas en el desatado el 14 de agosto en Porto (cifra que refiere solo a la provincia, sin contar la afectación en León y Ourense). Unas 30.000 en total, a falta de cerrar la cuenta. 37 localidades evacuadas en las que residen 5.400 personas, que fueron más porque los pueblos se tuvieron que vaciar en la época en la que doblan su población. Se ha quemado un Parque Natural, el del Lago de Sanabria, que debía tener un plan específico de actuación contra incendios y carecía de él. Y una última cifra. Menos de 1.000 asistentes a la concentración que este sábado ha convocado en Zamora la Asociación La Culebra No Se Calla. Quedan colectivos que alzan la voz pero la sociedad zamorana, parece, se resigna.
Pensar en que la protesta iba a alcanzar las cifras del mes de junio de 2022, con más de cinco mil personas en La Marina, era irreal, pero la concentración no ha sido capaz de recoger el descontento social que, a priori, se ha registrado durante este verano. Se ha evacuado, mínimo, una cifra de personas cinco veces superior a la que hoy ha registrado la concentración de La Marina, que solo ha ganado decibelios con la asistencia de un grupo de unos quince bomberos forestales que han recibido el aplauso y el reconocimiento de los asistentes. Han acudido diferentes asociaciones de Tábara, Sayago o Tierra del Vino, pero la organización ha echado en falta más presencia de las zonas directamente afectadas por los fuegos. De la influencia de esos 500 euros por familia que la Junta ha dado a los evacuados en la poca asistencia de los afectados más directos al incendio se ha hablado largo y tendido por parte de los asistentes.

La realidad es la que es, aunque eso no quite fuerza, aseguran desde La Culebra No Se Calla, a las reivindicaciones y la exigencia de responsabilidades. Lo ha verbalizado Chema Mezquita, de la Coordinadora Rural de Zamora, encargado de leer hoy el manifiesto. «Pedimos dimisiones. Del presidente de la Junta de Castilla y León, del consejero de Medio Ambiente, del director general de Patrimonio Natural y Política Forestal y de todos los puestos vinculados a la Consejería de Medio Ambiente. Dimisiones de los responsables de las políticas que nos han llevado al desastre».
La Culebra No Se Calla, primer convocante de la manifestación, exige además una investigación de lo sucedido, una reunión inmediata con los responsables para estudiar los planes de recuperación, ayudas rápidas y reales para los afectados, ampliar el dispositivo de incendios durante todo el año y una mejora de las condiciones laborales y medios de trabajo de los bomberos forestales de Castilla y León. «Que cobren por lo que trabajan y en base al riesgo que corren y a su esfuerzo», resumía Mezquita, que también ha mencionado la necesidad de crear un Centro de Recuperación Forestal en la zona afectada y dotar de unidades ELIF o BRIF a la base de Vivinera, vacía desde que se construyó.
«La descoordinación ha sido mayor que en 2022»
Para Lucas Ferrero, presidente de La Culebra No Se Calla, lo fundamental es que las diferencias con la gestión realizada durante los grandes incendios del año 2022 pueden contarse con los dedos de una mano. «La descoordinación es la misma, incluso mayor, porque en estos incendios el operativo estaba más desbordado. Tenemos casos de forestales que nos dicen que han gastado más gasoil en moverse de un sitio a otro que en trabajar en los fuegos». Sobre las ayudas, escepticismo. «Las elecciones están a la vuelta de la esquina y esto es un intento de acallar a la gente y que haya más conformismo. Si a la gente le llenas el bolsillo parece que no es para tanto lo que ha pasado».
«Lo que no puede ser es que haya pasado esto en 2022, que siga pasando en el 2025 y no lo eviten, que no den la cara, no den explicaciones y ni siquiera pidan perdón», resumía Ferrero antes del inicio de la protesta. «Lo que esto demuestra es que la gente que nos gobierna no es competente para estar ahí».
A la concentración han acudido además colectivos sociales de diversa índole. Las plataformas sanitarias de Tábara y Sayago han trasladado este sábado su protesta semanal a la capital, han recibido el aplauso de los asistentes y ante ellos se ha recordado la importancia de mantener servicios públicos en los pueblos para que la provincia no pierda aún más población de la que ya pierde. «Nos vacían de personas y servicios públicos para llenarnos de macroproyectos energéticos que extraen riqueza de nuestros territorios sin dejar aquí esa riqueza, solo los residuos que no se quieren ubicar en otros lugares». Falta de servicios que causa despoblación y despoblación que favorece los incendios, en suma. A la concentración han acudido además colectivos sociales de diversa índole. Las plataformas sanitarias de Tábara y Sayago han trasladado este sábado su protesta semanal a la capital, han recibido el aplauso de los asistentes y ante ellos se ha recordado la importancia de mantener servicios públicos en los pueblos para que la provincia no pierda aún más población de la que ya pierde. «Nos vacían de personas y servicios públicos para llenarnos de macroproyectos energéticos que extraen riqueza de nuestros territorios sin dejar aquí esa riqueza, solo los residuos que no se quieren ubicar en otros lugares». Falta de servicios que causa despoblación y despoblación que favorece los incendios, en suma.
«Sabemos que somos ambiciosos, sabemos que somos exigentes con quien lleva años ignorándonos, sabemos que nos queda mucho por luchar unidos. Pero también sabemos que Zamora lo merece», han concluido los convocantes.