San Vitero acoge los días 13 y 14 de septiembre la décima edición de la Feria Transfronteriza del Pastor y la Trashumancia, creada para poner en valor un oficio en declive y celebrar «la historia y las raíces de la región», así como destacar la vital importancia «de un sector que, año tras año, enfrenta desafíos significativos y se encuentra en un preocupante proceso de decadencia».
Desde sus inicios, esta feria ha sido un punto de encuentro esencial para pastores, ganaderos y amantes de la naturaleza de ambos lados de la frontera. «Su objetivo principal es preservar y promover un estilo de vida que es pilar fundamental de nuestro patrimonio cultural y natural. El pastoreo y la trashumancia son prácticas ancestrales que han moldeado nuestro paisaje, nuestra gastronomía y nuestra identidad», argumentan desde el Ayuntamiento de San Vitero.
El Consistorio reivindica que ha «redoblado los esfuerzos para que esta edición sea un homenaje al arduo trabajo de los pastores». Se reconocerá su dedicación y «el valioso papel que desempeñan para el mantenimiento de los ecosistemas, así como en la producción de alimentos de calidad». No es solo una profesión, apostillan, «sino una forma de vida ligada al territorio».
«Con este décimo aniversario, no solo miramos al pasado, sino que también nos enfocamos en el futuro de nuestro sector ganadero. Es un llamado a la acción para valorar y proteger nuestras raíces», dicen las mismas fuentes. Durante las jornadas de la feria, los visitantes podrán sumergirse en un entorno natural, con actividades para todas las edades, para profesionales y para visitantes en general.