Van de negro y montan al sol. Da fatiga verlos, pero ellos no se inmutan. Se mueven hasta la furgoneta, descargan, colocan y vuelven a por otro viaje. Son cuatro, vienen de un restaurante llamado Malambo’s que está especializado en carne al estilo argentino y han llegado a Villar del Buey para dar un servicio. Nada raro si no fuera porque han viajado solo para esto desde Sevilla hasta Sayago. Más de cinco horas en la carretera. ¿Su misión? Cocinar miles de hamburguesas con la materia prima de la Raza Sayaguesa.
Para quien no esté familiarizado con el evento que se celebró este jueves en la localidad zamorana, ahí va un resumen: desde hace varios años, Villar del Buey acoge una fiesta promocional de la carne de la Raza Sayaguesa. Las hamburguesas con esa vitola se cocinan en unas parrillas instaladas en la plaza de Villar del Buey. Allí, los asistentes sacan unos tíckets, se llevan el plato y lo degustan mientras suena la música, los chavales disfrutan de un par de atracciones y las familias se mueven por los puestos con productos de la tierra que complementan el evento.

Pero vaya, que el elemento central es la carne. Y cocinarla es el trabajo de los cuatro del Malambo’s. El jefe del grupo responde al nombre de Claudio Tello, y hace un parón en la faena previa para explicar por qué están allí: «Ya hace cuatro años que Enrique Matorra nos contrató por primera vez», señala el especialista, en referencia al hombre que ejerce como asesor de la asociación de la Raza Sayaguesa. «Venimos porque es carne de alta gama», aclara.
Esa es la clave, según el cocinero argentino, que se define como medio sevillano y que cuenta cómo se fraguó todo: «La primera vez que nos llamaron le dije a Enrique: déjame tus hamburguesas para equivocarme, para saber cómo trabajarlas. Cuando las probé, vi que era un producto que me interesaba. De hecho, esta es una carne que ya tengo en mi restaurante de Sevilla», asegura Tello. Un restaurante que, por cierto, ahora está cerrado por vacaciones. El descanso de esta cuadrilla hace un paréntesis en la visita a Villar del Buey.
Lo cierto es que los cuatro cocineros, dos argentinos y dos sevillanos, tienen por delante una faena dura en Sayago. Los trabajadores del Malambo’s montan y manejan nueve parrillas: «Podemos cocinar unas 560 hamburguesas en media hora», asevera Tello. Lo difícil será que queden todas bien, sugiere el reportero: «Lo que intentamos es que esas que quedan mal estén bien aún así», replica el experto en carne, que constata un hecho: «Nos siguen llamando. Será por algo».

Carne y, si acaso, lechuga y tomate
Tello recalca que, con la infraestructura desplazada, hay margen para cocinar hasta 6.000 hamburguesas. Inicialmente, la organización hablaba de 3.000. El caso es que no habrá parón desde las seis que comenzó la faena hasta la medianoche. Aún así, con todo medido, en la hora punta se acumula tal cantidad de gente que es imposible evitar las colas. La gente que va entre las nueve y las diez espera más de media hora por su hamburguesa. Carne y, si acaso, lechuga y tomate. A la Raza Sayaguesa no le hacen falta más aderezos.
En ese rato de más tensión, cuatro horas después de la charla, Claudio Tello, vive envuelto, junto a Jota, Mario y Fabi, en el humo de la parrilla y el calor del ambiente. No caben más hamburguesas en su particular cocina al aire libre. Y la gente no deja de sacar tíckets. Algo tendrá el agua cuando la bendicen.