Los trabajos que están relacionados con el reparto a domicilio, con la asistencia personal y las ocupaciones relacionadas con las necesidades veraniegas concentran los oficios con mayores posibilidades de encontrar un empleo en la provincia de Zamora en estos momentos. Los datos los pone sobre la mesa el Observatorio de las Ocupaciones, se elaboran con las estadísticas de contratación y dicen que los mozos de equipaje y oficios afines son los que registran unos datos más positivos y una mejor tendencia, con incrementos de hasta el ochenta por ciento en el último mes.
Que los trabajadores relacionados con la asistencia a domicilio registren buenos datos es algo habitual en la provincia cada vez que se alumbran este tipo de estadísticas habida cuenta del elevado envejecimiento existente en Zamora. Los camareros, cocineros y profesiones relacionadas con la hostelería presentan también buenos números. Las malas noticias son que la mayoría de las ocupaciones que se ponen sobre la mesa son claramente estacionales, que toman protagonismo durante los meses de verano para cubrir vacaciones y ampliar plantilla pero que, en la mayoría de las ocasiones, tienen los días contados y se acaban con la llegada del otoño.
Los datos generales son estos, pero la estadística demuestra que no todos los sectores de población tienen las mismas oportunidades para acceder a un empleo. Los que peor lo tienen, muestran las estadísticas, son los mayores de 45 años que se han quedado sin empleo. La contratación en este colectivo de edad no alcanza ni siquiera los treinta contratos laborales contando las ocupaciones con mejores perspectivas, una cifra realmente baja. Cajeros, empleados administrativos, ayudantes de cocina, empleados domésticos y peones de obras públicas son las ocupaciones con mejores perspectivas, aunque encontrar un empleo con más de 45 años en la provincia de Zamora es algo ciertamente complicado. Cuando el desempleo es de larga duración (dos años o más) los datos muestran que la situación se enquista y que ni las ocupaciones de verano son suficientes.
Sin alardes, los jóvenes lo tienen algo mejor, aunque los contratos que se firman son también de ocupaciones marcadas por la temporalidad. Mozos de almacén, peones agropecuarias, operarios de la construcción, trabajadores de cuidados personales, ayudantes en diversos oficios y reponedores son las ocupaciones con más actividad laboral durante los meses estivales. En el caso de las mujeres los oficios relacionados con la industria, el campo o la construcción prácticamente desaparecen de la lista y aparecen trabajos relacionados con la limpieza, el cuidado de personas dependientes o actividades relacionadas con la educación y cuidado de niños, así como ocupaciones relacionadas con el comercio.
El campo, por último, es el principal nicho de ocupación para los trabajadores extranjeros, con casi doscientos acuerdos laborales firmados por empleados de fuera de España y empresarios del sector solo durante el mes de junio. El mantenimiento de espacios públicos y el reparto de mercancía a domicilio, así como la limpieza de casas u oficinas, son las ocupaciones más concurridas por este colectivo en particular.
La estacionalidad del verano
La realidad en verano, aunque los datos de ocupaciones son buenos y los del paro van a la baja, y como muestran los oficios que lideran las contrataciones, es que el empleo que se genera es puramente temporal. Lo aseguraban hace escasos días desde el sindicato UGT, al hilo de los datos de empleo que publicó el Instituto Nacional de Estadística en su Encuesta de Población Activa. La mejora relativa en las cifras de empleo no oculta, según UGT, “la ausencia del esperado plan estratégico de empleo de la Junta de Castilla y León y del Gobierno de España”, que “siguen mirando hacia otro lado ante la destrucción de estratégicos yacimientos de empleo”.
UGT también reclama que la administración autonómica “cubra las bajas laborales y los ceses en la administración” y reivindica una jornada laboral de 37 horas que, indican, mejoraría las cifras del paro.